El médico en la pandemia, en su día

El médico en la pandemia, en su día

El pasado martes 18 celebramos el Día del Médico, por ello este «conversatorio», quiero que se reciba como un homenaje póstumo a los distinguidos médicos amigos que han ofrendado sus vidas en esta lucha contra un cruel e invisible enemigo que continúa sisando vidas útiles.

Dedicadas están por igual estas líneas a los valientes estudiantes, médicos, enfermeras, laboratoristas y técnicos que están en la «línea de fuego»combatiendo esta pandemia. Hipócrates, el Padre de la Medicina, señaló: «Allí donde el arte de la medicina es cultivado, también se ama a la humanidad».

La meta importante de salvar vidas, en el marco de la modernidad viral con todos sus peligros y secuelas, es encomiástico.El ejercicio médico hoy día tiene retos muy significativos, lo que hace que nuestra actividad hipocrática en las actuales condiciones sea muy ardua y riesgosa.

¿Cómo se debe manejar a los médicos que trabajan en primera línea en la lucha contra el covid 19? Lo primero es que necesitan el equipo de protección personal adecuado, que se les permita descansar, tener espacios para poder socializar, como el alimentarse de manera digna y tranquila, horarios que no los agoten. Todo esto para que esos soldados hipocráticos puedan mantener su salud mental, para lo cual resulta mandatorio que sus necesidades básicas personales y de seguridad estén adecuadamente cubiertas.


En Colombia, se realizó el estudio Solidaridad, y allí se encontró que del 75% de los médicos encuestados, algunos habían tenido algún malestar emocional, un grupo importante señaló haberse sentido «nerviosos», otra parte habló del cansancio, la desmotivación, inquietud e impaciencia.

Un porcentaje menor, pero importante, señaló haberse sentido enojado o irritable. En la muestra, el grupo entre los 18 y 29 años parece ser el más afectado. Se visualizaron tres tipos de respuesta ante la pandemia: un grupo reducidollegó a presentar nerviosismos y depresión más común en hombres. El segundo grupo presentó muchos síntomas, desde el dolor de cabeza hasta el insomnio, y un tercer grupo, se adaptó bien a las demandas, siendo mayor en grupo de las mujeres mayores de 40 años.

En Argentina, se llevó a cabo un estudio muy interesante, un estudio de análisis de contenido, hecho en dos momentos. Para ello se entrevistaron 900 personas justo cuando se anunció el primer contagio local.

Al igual que aquí, los primeros casos de este virus fueron casos importados, gente que había viajado a territorios de alto riesgo. Se estudió también un segundo grupo, ya cuando había el contagio local y se anunció el aislamiento de la población. En la gran mayoría de ellos a la pregunta directa de si las medidas de confinamiento perturbaban su salud mental, un alto porcentaje aceptaron que sí, que de alguna manera les había afectado.

Todos estamos enfrentando una situación de incertidumbre, lo que estamos viviendo es algo completamente desconocido e inesperado, que además representa una situación de muchas perturbaciones y de crisis permanentes. Nuestra vida cotidiana tiene importantes cambios por las medidas para tratar de frenar la propagación del virus.

El distanciamiento físico, el trabajo desde el hogar, el desempleo temporal, la educación de los niños en el hogar y la falta de contacto físico con nuestros seres queridos y los buenos amigos, la conflictiva económica, son los factores más impactantes en nuestra salud mental. Es la razón por la que se deben fomentar las intervenciones para fortalecer no solo nuestra salud física, sino también nuestra salud mental.

Pero aun con estos conflictos y modernidades estresantes, en el ejercicio de darse en cuerpo y alma, ese médico continúa impertérrito, pues sigue siendo un apostolado. Por ello, los médicos por esta pandemia merecemos más que nunca en nuestro balance cultural, un espacio amplio y digno, una página justa y honradora por ese gran anhelo humano y casi divino, de redimir al hombre de sus esclavitudes morbosas y epidémicas.

Deseo felicitar a los doctores Pedro Sing, Yulino Castillo y Elías Rosario, quienes fueron exaltados el martes como Maestros de la Medicina, selecto grupo de galenos del que como Maestro también me honro en pertenecer, bienvenidos. Felicito a los médicos dominicanos que luchan de manera campal contra este enemigo de todos, el COVID-19 y saludo las medidas adoptadas por el gobierno para ello, aunque como hemos sugerido desde la Academia de Ciencias, entendemos que pueden fortalecerse.¡Un fuerte abrazo a todos mis colegas médicos!

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