El segunda base dominicano Robinson Canó llegó con mucha fuerza a las Grandes Ligas en la temporada del 2005.

Ocupando una posición difícil, Canó deslumbró con un promedio de .297, 14 cuadrangulares y 62 remolcadas que lo llevaron a terminar como segundo en las votaciones para el premio al Novato del Año.

Seis años más tarde, Canó ya se perfila como el mejor jugador de los Yanquis de Nueva York, por encima de figuras como Alex Rodríguez, Derek Jeter y Mark Teixeira.

¿La razón? Mientras Rodríguez y Jeter ya se encuentran en la curva descendente de su carrera, Canó apenas está logrando su despegue y con 28 años de edad luce que está muy cerca de alcanzar el punto cumbre de su carrera.

Pero el joven jugador no piensa en categorías ni especula con lo que podría hacer, sino lo que él está haciendo: trabajando duro para seguir siendo el segunda base de los Yanquis de Nueva York.

“No pienso en nada de eso, yo solo quiero ganar como te dije anteriormente. Lo importante es eso, pelear por darle otra corona a los Yanquis de Nueva York”, dijo Canó al Hoy como parte de la cobertura especial de los entrenamientos de primavera.

Mientras los números de Canó ha ido en ascenso, año tras año (exceptuando la campaña del 2008), los números de sus compañeros de ofensiva todos han ido en descenso.

Ahora como quinto bate de los Yanquis, Canó tiene un compromiso aun mayor pues se espera que pueda remolcar a Mark Teixeira y a Alex Rodríguez cuando éstos se encuentren en base.

Pero Canó ya tuvo buenos resultados la pasada campaña, como quedó evidenciado por su cifra tope de impulsadas de por vida, con 109, además de un nutrido total de cuadrangulares (29).

“Fue una buena experiencia la de batear como quinto y ya el dirigente (Joe Girardi) me ha dicho que seguiré en ese puesto este año”, indicó.

Sin jonrones en mente.  Aunque las proyecciones hablan de que Canó podría incrementar aun más su total de jonrones para la próxima temporada, el dominicano ha sostenido durante toda la primavera que esa es una parte de su juego en la que no piensa sino que es algo que sale natural.

“Yo no me considero un jonronero, soy más bateador de línea y los jonrones salen cuando uno le da bien a la bola”, ha dicho Canó en varias oportunidades durante la primavera.

No obstante, solo Dan Uggla (32) y Chase Utley (29) tienen un mejor promedio de cuadrangulares por cada 162 partidos que Canó (21), entre los intermedistas de las mayores.

Muchos millones.  Como potencial agente libre, aunque no esta temporada, se especula que Canó podría recibir una montaña de dólares, mucho más que en la actualidad el mercado ha crecido considerablemente.

Dan Uggla recientemente firmó un acuerdo por cinco campañas y US$72 millones con los Bravos de Atlanta, y los bonos de Canó son mucho más elevados que los de su colega.

Los Filis de Filadelfia tienen firmado a Chase Utley por siete campañas y US$85 millones, mientras que Dustin Pedroia aseguró una firma de seis campañas y US$40.5 millones antes de la temporada del 2009.

Con las dos opciones que expiran luego del 2013, Canó completaría un acuerdo de US$59 millones por seis años.

En la actualidad lo que se rumora es que su nuevo agente, Scott Boras, lograría una extensión de al menos seis campañas más por encima de las dos opciones.

Esto convertiría su acuerdo en un pacto muy superior a los US$100 millones, cifra que siempre llena los ojos.

La proyección de Long

Aunque Robinson Canó nunca ha disparado más de 29 cuadrangulares en una temporada en las mayores, el coach de bateo de los Yanquis Kevin Long entiende que las cuatro decenas de batazos de vuelta completa no serían una locura para el dominicano.

«No me sorprendería si Canó pega 40 jonrones”, dijo Long al Daily News de Nueva York recientemente.

“El conectó 29, ¿llegaría a 40? ¿Por qué no? Es un gran número y no es algo que sea una meta, pero no veo por qué alguien puede decir que él no puede”, agregó.

Los mayores totales de jonrones que ha conseguido Canó en su carrera son de 25 en la temporada del 2009, y 29 en el 2010, aunque vale resaltar que en todas sus campañas en las mayores su total se ha incrementado de un año a otro, exceptuando en el 2008 que fue su año de debacle.