El mejoramiento de la salud en América Latina y el Caribe desafía la inequidad

El mejoramiento de la salud en América Latina y el Caribe desafía la inequidad

RECIFE, Brasil. La región de América Latina y el Caribe ha hecho avances notables en el campo de la salud en los últimos años, pero la desigualdad y la exclusión siguen siendo grandes desafíos para mejorar aún más los resultados y ayudar a la región a alcanzar los objetivos de desarrollo del milenio, un conjunto de objetivos sociales claves acordados por 189 países.

Mejorar el rendimiento de los sistemas de salud de modo de superar la desigualdad en el acceso a la salud y alcanzar mejores resultados en ese sector en América Latina es el tema de EUROLAC, un foro técnico que reunió a ministros y expertos en salud de 52 países en Recife, Brasil, entre el 13 y 16 de abril.

El foro es organizado cada dos años por el Banco Interamericano de Desarrollo, la Organización Panamericana de la Salud, el Banco Mundial y un gobierno anfitrión, de manera alternada entre América Latina y Europa. Esta fue la quinta versión del foro.

«El foro EUROLAC constituye una gran oportunidad para intercambiar experiencias sobre enfoques innovadores en la obtención de mejores resultados de salud,» dijo Vinod Thomas, Director para Brasil y Vicepresidente del Banco Mundial.

«Brasil tiene mucho que compartir, como, por ejemplo, sus impresionantes resultados en la lucha contra el VIH/SIDA o en su drástica reducción de la mortalidad infantil.»

Los participantes del foro discutieron sobre cómo construir sobre los avances notables de la región en el área de salud durante estos últimos años. Desde 1950, la expectativa de vida al nacer en América Latina aumentó en 20 años, y ahora es de, aproximadamente, 71 años. La mortalidad infantil cayó de 37 a 25 por mil nacidos vivos desde 1980. La reducción de la mortalidad infantil en Brasil, de casi 20 puntos en una década, constituye una de las más aceleradas entre los países en desarrollo.

Sin embargo, los indicadores de salud en América Latina se ven afectados por el alto grado histórico de desigualdad. Un reciente estudio del Banco Mundial reveló que una décima parte de la población más adinerada en la región gana el 48 por ciento del ingreso total, mientras la décima parte más pobre gana menos que el 2 por ciento. El acceso a la salud, frecuentemente, refleja esta distribución despareja, de modo que los pobres y grupos como los indígenas sufren mucho más que los grupos de más altos ingresos frente a enfermedades que podrían ser de fácil prevención.

«La desigualdad y la exclusión son los resultados del bajo rendimiento de muchos países en su esfuerzo de alcanzar los objetivos de desarrollo del milenio con respecto a la salud. Los pobres de América Latina y el Caribe mueren a más temprana edad,» dijo Ana María Arriagada, Directora del Banco Mundial para el Desarrollo Humano en América Latina y el Caribe. «En Brasil o Bolivia, los niños nacidos en familias que pertenecen a la quinta parte más pobre de la población tienen cuatro veces más probabilidades de morir antes de alcanzar los 5 años, comparado a niños de hogares en la quinta parte más adinerada. En Bolivia, esta cifra es cuatro veces más alta.»

Uno de los factores claves que contribuyen a una desigualdad en la cobertura y en la calidad de los servicios de atención de salud en la región es la segmentación de los sistemas de salud, los cuales aumentaron sus niveles de gastos pero no arrojaron, sin embargo, resultados satisfactorios. Cuando se les compara con el resto del mundo, el gasto en servicios de salud es comparable a los países en desarrollo sólo en unos pocos países de América Latina, pero los resultados no son proporcionales.

El aumento de los gastos en salud de parte de los gobiernos se hace necesario, pero no es suficiente para alcanzar las metas en salud. El mejoramiento de las políticas y las instituciones dentro y más allá del sector salud resulta crucial para acelerar el avance hacia los objetivos de desarrollo del milenio. Asimismo, el gasto en salud requiere de una mejor selección de los objetivos respecto a los pobres y grupos marginados si se quiere reducir las desigualdades extremas en la prestación de salud.

«Uno de los debates claves de EUROLAC se refiere a cómo mejorar la coordinación del sector público y la integración entre los diferentes sectores. La inversión en áreas como sanidad, educación e, incluso, transporte resulta crucial para mejorar la salud, especialmente para los sectores pobres,» dijo Evangeline Javier, Directora del sector de Salud, Nutrición y Población para América Latina y el Caribe del Banco Mundial. «Asimismo, las instituciones necesitan ser transparentes y responsables, y más eficaces al evaluar el nivel de salud de la población, desarrollando políticas que aborden las necesidades identificadas, y garantizando que estas políticas sean ejecutadas.»

El foro también discutirá los efectos de la integración económica y social en la salud pública, y el desarrollo de zonas de libre comercio en la Unión Europea, específicamente para aprender cómo estas experiencias pueden ser aplicadas al actual proceso de integración que se encuentra en marcha en las Américas.

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