Un equipo de médicos de la Clínica Mayo, de Jacksonville, Florida, definió el número normal de melanocitos en la piel caucásica expuesta al sol. Hasta ahora no existía un criterio para distinguir el daño provocado por el sol en un melanoma (in situ) temprano.
Los resultados del estudio, que aclaran esta área indefinida del cáncer de piel, se encuentran disponibles en Archivos de Dermatología de julio. Existen varias incertidumbres en Medicina. En algunos casos estas dan paso a tratamientos agresivos, manifiesta el cirujano dermatológico, Ali Hendi, en la Clínica Mayo, investigador que lideró el estudió. No teníamos un método seguro para distinguir el cáncer de piel sobreexpuesta pero normal, y este estudio fue diseñado para encontrar este eslabón perdido.
Hay dos tipos básicos de cáncer de piel: no melanoma, los que incluyen células básicas y cánceres de células escamosas y melanoma. De acuerdo a reportes de la Sociedad Americana de Cáncer, el melanoma es el más mortal. Este representa sólo el 4% de los cánceres de piel, sin embargo corresponden a casi todas la muertes por la enfermedad. Se origina en los melanocitos, las células que producen la melanina, que es la responsable del color de la piel, pelo y ojos. El equipo del doctor Hendi pensó que los patólogos y cirujanos Mohs pueden errar, sobre diagnosticando melanoma en piel dañada por el sol, llevando a cirugías adicionales e innecesarias, complicaciones y deformidad. Las cirugías de Mohs, llamadas así por doctor Frederic E. Mohs, quien desarrolló la técnica, permite una reducción incremental de cánceres de piel, reduciendo la remoción de tejido a sólo las áreas afectadas. Los cirujanos de Mohs remueven una sección fina del tumor, revisan su patología bajo un microscopio de alto poder y son capaces de detener la remoción de tejido apenas alcanzan el borde del tejido enfermo. Debido a esta suposición de cirugía cautelosa, los investigadores decidieron desarrollar un criterio bajo el cual los cambios de las célula que pueden indicar daño solar no canceroso puedan distinguirse de aquellos que indican melanoma. En el estudio, las muestras de los tejidos libres de enfermedad se obtuvieron de una muestra randomizada de 132 pacientes caucásicos sometidos a cirugía Mohs por cánceres de piel no melanomas de cara y cuello. Las muestras fueron sacadas de los bordes del área extraída y consistían de piel normal no cancerosa. Encontraron que en la piel normal expuesta al sol, el número de melanocitos en un diámetro de 0.5 milímetros es de 15.6 (en oposición a la piel no dañada que debe tener cinco a siete). Los melanocitos adyacentes, otro indicador usado por los patólogos para diagnosticar melanoma temprano, estuvieron presentes en el 11% de las muestras, pero en varios grados. Finalmente, se descubrió que los melanocitos descendieron a lo largo de los folículos pilosos, un descubrimiento previamente atribuído sólo al melanoma en piel dañada por el sol. Los investigadores manifestaron que estos descubrimientos son significativos porque muchos cirujanos remueven tejido hasta que alcanzan células no dañadas con distribución normal de melanocitos. El doctor Hendi predice que los resultados del estudio serán valiosos para los especialistas que diagnostican y tratan el melanoma. Esperábamos por mucho tiempo poder mirar por el microscopio y tener una medida por la cual determinar la remoción exitosa del melanoma in situ, dice. En muchos casos los cirujanos pueden parar de remover tejido más pronto, lo que permite un menor trauma para la piel.