El mensaje de la Biblia

El mensaje de la Biblia

La palabra Biblia procede del vocablo griego “Biblión” y se traduce al español como libros. Es una colección de sesenta y seis libros. La Biblia se divide en dos grandes secciones: Antiguo y Nuevo Testamentos. El Antiguo Testamento se compone de treinta y nueve libros. El primer libro, Génesis, fue escrito 1,500 años antes de Cristo, y el último libro Malaquías, fue escrito por el año 400 a.C. El Antiguo Testamento narra la creación del hombre y cómo Jehová Dios escogió la nación de Israel como su pueblo con el propósito de darse a conocer a todas las demás naciones, presenta la historia de este pueblo y su relación con Dios a través del tiempo. Muestra además, el interés de Dios en la salvación de toda la raza humana.

El Nuevo Testamento contiene 27 libros. Se escribió luego de la muerte y resurrección de Jesús. El libro de Mateo se escribió alrededor de los años 55-65 d.C. Apocalipsis, el último libro del Nuevo Testamento se escribió alrededor de los años 95 ó 96 d.C. Mientras que el Antiguo Testamento profetiza que el Mesías vendrá, el Nuevo Testamento dice que esas profecías hallaron su cumplimiento en Cristo, “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.”

La Biblia contiene  un mensaje   evangélico, porque es la buena noticia de Dios para los pecadores. El evangelio es la buena noticia de Dios. No es una invención o especulación humana, sino una revelación divina.  Dios es quien tomó la iniciativa de hacerse conocer,  de no ser así nadie lo habría conocido nunca. Y todos los altares del mundo tendrían la inscripción: “Al dios no conocido”, como el que el apóstol Pablo encontró al salir de Atenas, narrado en el libro de los Hechos Cap. 17.

De igual manera, el evangelio se concentra en Cristo. El mismo apóstol  dijo a Timoteo: “…sabiendo… que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús” (2 Timoteo 3.14-15). Es decir que la Biblia es, esencialmente, un libro de salvación. Su propósito principal es enseñarnos el camino de la salvación. Y dado que la salvación es sólo por gracia y  través de la fe en Cristo, la Biblia se concentra en el objeto de nuestra fe que es el  Cristo crucificado, resucitado y reinante, y nos insta a confiar en él como nuestro Salvador. Jesús mismo lo dijo claramente: “Las Escrituras dan testimonio de mí”, dijo. Y otra vez: “…está escrito de mí en la ley de Moisés.” Y “les declaraba en todas las Escrituras todo lo que de él decían.” (Lucas 24.27, 44). Por eso, al leer las Escrituras, debemos buscar a Cristo. Como escribió Jerónimo, en el siglo 5to. “ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo.” Por el contrario, conocer la Biblia es conocer a Cristo.

En la biblia escuchamos lo que Dios nos quiere decir, que es en primer lugar su interés por la salvación del hombre.

 Lo que se desarrolla en las Sagradas Escrituras es el plan de Dios, como fue concebido e implementado por medio de Cristo con el objetivo de salvar a los hombres y mujeres perdidos. Es el deseo de Dios que todos los hombres procedan al arrepentimiento.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas