El mensaje que nos deja la lluvia

El mensaje que nos deja la lluvia

Por mucho que se insiste en hacer creer que estamos trabajando  todo lo necesario para sanear las cuencas de nuestros ríos, las toneladas de basura arrastradas por la lluvia hacia los cauces se encargan de desmentirlo.

El manejo de desechos sólidos, sobre todo no biodegradables, como los plásticos, y químicos vertidos en los ríos por industrias, sigue planteando para este país un serio desafío en materia de preservación del ambiente.

En estos días de abundantes precipitaciones, las aguas crecidas y la corriente del río Ozama han empujado hacia la desembocadura cientos de toneladas de desechos de todo tipo, particularmente plásticos.

Una gran parte de estos desperdicios han estado depositados a orillas del río hasta que sus aguas crecen e invaden  las orillas, y hacen “navegar” toda suerte de basura hacia el puerto y la desembocadura.

La contaminación por esta causa nos ha hecho perder atractivo en materia de turismo de cruceros. Eso, entre otros perjuicios ocasionados por la acumulación de desechos en los puertos.

La política de saneamiento de nuestros ríos tiene que ser más enfática en crear los medios necesarios para evitar el lanzamiento de desperdicios químicos y sólidos a orillas y en los cauces. El mensaje de la lluvia así lo aconseja.

 

Desenlace en Ecuador

La salida de la peligrosa  situación institucional vivida por Ecuador se ha debido, en gran medida, al contundente repudio  de los países latinoamericanos a la tentativa de golpe de Estado en ese pueblo hermano.  Y regocija que el desenlace no haya sido sangriento.

 Era previsible que el golpe de Estado que depuso en Honduras al Presidente Manuel Zelaya, con todas sus implicaciones y repercusiones a nivel mundial, se convirtiera no sólo en clarinada para las naciones del hemisferio, sino también en un modelo a copiar por el golpismo latente todavía en algunos países.

Nuevamente la institucionalidad ha salido a flote en un país latinoamericano amenazado por el golpismo, y corresponderá ahora al Gobierno de Ecuador apuntalar esa institucionalidad y castigar a quienes se han levantado contra ella.

Después de Honduras y Ecuador, cada vez será más difícil retroceder al gorilismo en estos países americanos.

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