Efe-Reportajes Entre otras virtudes, los alimentos poseen vitaminas, proteínas, minerales y antioxidantes que, además de convertirlos en un bocado delicioso, mejoran la salud y la belleza. Por ejemplo, los albaricoques y las fresas contribuyen a frenar la degeneración celular, mientras que las naranjas y mandarinas, ricas en vitamina C, fortalecen las paredes capilares.
El arroz. En el mundo de la belleza está muy valorado por sus propiedades emolientes, capaces de calmar irritaciones epidérmicas, pieles estresadas y de combatir los granos más rebeldes, y por su contenido en gama-orizanol, antioxidante cotizado en los tratamientos de antienvejecimiento. Su cáscara también es muy apreciada por ser un eficaz filtro solar.
La industria cosmética lo incluye en sus fórmulas porque posee hidrolat, una sustancia rica en aminoácidos capaz de estimular la síntesis de colágeno. El aceite de arroz se convierte en el nutriente perfecto para pieles sensibles, mientras que el polvo de arroz es el mejor aliado para eliminar del rostro la grasa y otorgarle un aspecto mate y aterciopelado.
La papa. Resulta ideal para combatir las bolsas de los ojos y las ojeras. El zumo de la papa cruda calma la piel quemada por el sol y es un excelente limpiador facial. Rayada, cura las quemaduras, y asada o cocida combate los incómodos granos del acné juvenil, cuenta Albert Ronald Morales en su libro Frutoterapia y belleza.
El cacao. Es muy útil en tratamientos de belleza diseñados para suavizar e hidratar la dermis.
Sus vitaminas A, B, C, D, E y Kreestructuran y fortalecen la piel, activan la microcirculación y combaten el envejecimiento. Las firmas cosméticas incluyen los beneficios del chocolate en mascarillas y tratamientos hidratantes.
El pepino. Rico en vitamina E y agua, es uno de los alimentos más eficaces para el cuidado y la hidratación de la piel. Triturado y aplicado sobre la dermis, aporta suavidad y frescura. También posee efecto calmante tras una larga exposición solar.
Su zumo, depurativo y desintoxicante, evita la caída del cabello, previene las arrugas y mejora el acné y la artritis, además de ayudar a eliminar líquidos y las manchas del cutis. También es útil para aclarar las pecas y fortalecer el cabello y las uñas, explica Albert Ronald.
Aplicado en forma de rodajas sobre los párpados ayuda a activar la microcirculación y atenuar su hinchazón.
El tomate. La mayoría de los médicos lo incluyen en las dietas para bajar de peso. También lo recomiendan para depurar el organismo. Gracias a su alto contenido en licopeno, destaca su función antioxidante, encargada de proteger al organismo de la acción de los radicales libres, principal causante del envejecimiento prematuro.
El licopeno es un pigmento natural que mejora la densidad de la dermis y salvaguarda el colágeno. En belleza, el zumo de tomate se utiliza como tónico facial mientras que su pulpa, a modo de mascarilla, está indicada para mimar las pieles secas.
La miel. Cleopatra se aplicaba todos los días una fina capa de miel sobre la piel para lucirla tersa y suave. En ocasiones también la mezclaba, a modo de mascarilla, con leche de burra y aceite de almendras.
La miel, que se ha incorporado a las fórmulas cosméticas pensadas para nutrir y hacer recobrar la elasticidad de la dermis, mezclada con zumo de limón resulta perfecta para limpiar y equilibrar la piel.
El aguacate. Originario de México, el aguacate posee una alta concentración de proteínas y vitaminas que le otorgan cualidades para la regeneración de la dermis y la hidratación del cabello.
La pulpa mezclada con yogur natural, es una mascarilla ideal para nutrir pieles secas, mientras que, combinada con yema de huevo, equilibra y suaviza las dermis mixtas. Hidrata y suaviza el cabello.
Más bondades
El chocolate estimula las endorfinas, hormonas responsables de generar la felicidad.
El tomate, gracias a su alto contenido en licopeno, destaca por su función antioxidante y protege al organismo de la acción de los radicales libres, principales causantes del envejecimiento prematuro. La pulpa del aguacate mezclada con yogur natural se convierte en una mascarilla para nutrir la piel seca.