El mercado de cambio en 2006

El mercado de cambio en 2006

Por Philip Coggan
Si existe un consenso sobre el mercado cambiario para 2006, es que el dólar se va a fortalecer a comienzos del año, pero que empezará a declinar gradualmente. Según Stephen Jen, de Morgan Stanley: “No conozco a un solo cliente que no tenga esta trayectoria cóncava en mente. Y esto me preocupa”.

Los mercados de cambio parecen estabilizarse en periodos dominados por un tema único que termina favoreciendo a una de las tres monedas contra las demás. Al final de la década, el tema fue una perspectiva de crecimiento superior de EEUU en relación con la eurozona y Japón. Esto hizo que los inversionistas favorecieran los activos estadounidenses e hicieran subir el dólar.

En 2003 y 2004, el tema se desplazó al déficit de la cuenta corriente de EEUU y la preocupación de que los inversionistas extranjeros se cansaran de acumular activos en dólares. En rendimiento del dólar, como era de esperar, cayó.

Cuando entrábamos en 2005, la mayoría de los comentaristas esperaban que continuara la debilidad del dólar. Pero el tema volvió a cambiar. Quizás fue porque los inversionistas se cansaron con el cuento de la cuenta corriente, especialmente, porque no había señales que los extranjeros estuvieran perdiendo su disposición a financiar el déficit. Quizás esto se debió a que las tasas cortas de EEUU superaron las tasas de la eurozona, lo cual dio apoyo de rendimiento al dólar y redujo el entusiasmo de os inversionistas para utilizar el dólar como la base del “carry trade” (tomar prestado a corto plazo para invertir en activos de rendimiento más alto).

Lo que mueve la esperada trayectoria del dólar en 2006 es el cuadro del rendimiento. Los analistas esperan que la Reserva Federal deje de subir las tasas en 2006, en algún punto entre los 4.5% y 5%. En ese punto, la atracción del rendimiento empezará a disiparse, particularmente si el Banco Central Europeo sube las tasas en la eurozona varias veces.

¿Cómo, entonces, pudiera equivocarse el consenso? Una posibilidad es que el dólar se debilite desde el comienzo del año, porque los inversionistas prevean el pico en las tasas de interés de EEUU. En el otro extremo, los inversionistas puede que hayan subestimado el nivel del pico de las tasas de EEUU y sobrestimado la capacidad del BCE de ajustar la política económica: obsérvese la fuerte caída de la producción industrial en Francia. Mientras tanto, los japoneses parecen estar felices con que el yen baje. Sin embargo, el dólar todavía tiene potencial de su parte, y pudiera alterarle el paso a los inversionistas por segundo año consecutivo.

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