MARINA GINEBRA DE BONNELLY
Recientemente leí en zun artículo en este matutino que la Secretaría de Turismo está interesada en impulsar el turismo japonés hacia la República Dominicana, por lo que han programado invitar a famosos fotógrafos y escritores japoneses de diferentes medios de comunicación para que nos visiten, con el propósito de conocer y escribir sobre nuestras bondades turísticas. En dicho artículo también se exhortaba a los empresarios hoteleros dominicanos a realizar planes para impulsar este tipo de turismo.

No alcanzamos a comprender el por qué todavía se habla aquí de planes para impulsar el turismo japonés sin haber tomado las medidas para desarrollarlo, cuando es sabido que desde el pasado gobierno se viene tratando un plan y el mismo no acaba de cuajar.

Desde el año 1977, la Agencia Internacional de Cooperación del Japón (JICA) tiene presencia en nuestro país y su misión es implementar y ejecutar la cooperación técnica del Japón hacia país en vías de desarrollo. En nuestro país, esta cooperación se ha manifestado en áreas tales como agricultura, ganadería y pesca, educación, salud y medio ambiente. Desde el año 2002, en atención a una solicitud del Gobierno de turno, se incluyó en este abanico de cooperación las áreas de comercio exterior y turismo, habiendo, desde ese entonces, el Gobierno Japonés enviado técnicos a asesorarnos en esas nuevas áreas.

Tenemos información de que actualmente existen dos técnicos-asesores en turismo, uno con asiento en la oficina de la propia Secretaría de Estado de Turismo y otro en la oficina de turismo en la ciudad de Constanza. Estos han venido realizando estudios de cómo atraer al turismo japonés a nuestro país. Estos estudios se refieren a las áreas de alojamiento, gastronomía, excursiones, señalización en los polos turísticos, etc. de igual manera han propiciado charlas educativas a diferentes sectores turísticos.

Es interesante señalar que el turista japonés consume y gasta casi tres veces más que el visitante europeo o estadounidense. Ahora bien es importante advertir que el turista japonés exige condiciones ambientales de sanidad, orden y seguridad quizás como no lo exige ningún otro turista. Es un turista que no busca simplemente sol y playa. Su principal interés es disfrutar de lugares con historia, la cultura y el folklore del país.

Demanda además una atractiva vida nocturna y buenos restaurantes. Suele viajar en grupos numerosos y se observa en ellos que la mayor parte la conforman personas envejecientes (entre 55 y 65 años). El 65% son del sexo femenino y luego le siguen las parejas en luna de miel. Este mercado es considerado tan interesante y productivo que países enminentementes turísticos, como España e Italia, tienen departamentos especializados para atender, promocionar e incrementar la captación de dicho turismo.

Ahora bien, no comprendemos qué es lo que ha sucedido con el sector privado pues éste no ha aprovechado al máximo las ayudas que ofrece JICA, orientadas a desarrollar este importante turismo oriental. Según las estadísticas de los visitantes japoneses (unos 2,000 turistas por año o sea aproximadamente un 0.05% de los visitantes que legan a nuestro país), vemos que ha sido una gestión con muy poco éxito, quizás debido al tibio cometido o a la falta de una verdadera gestión promocional o quien sabe si debido a no tener una verdadera planificación de lo que se requiere para ser destino receptivo de este característico, exigente y codiciado mercado turístico. Exhortamos una vez más a los sectores del turismo oficial y privado aunar esfuerzo, en armonía, para aprovechar al máximo las ventajas que esta industria le ofrece al país.