El merengue, símbolo de identidad de los dominicanos

El merengue, símbolo de identidad de los dominicanos

POR SUSANA VERAS
SANTIAGO.-
Destacar el papel que ha jugado la mujer en la música dominicana como productora, motivadora y exponente de este género; la creación de un Museo Nacional de Música e Identidad que incluya documentación y valorización de los merengueros a través de la historia…

… Preservar los ritmos autóctonos e incluirlos como parte de la educación básica en centros de estudios e institutos de bailes del país, e impulsar publicaciones y compendios musicales que recopilen producciones discográficas de todos los tiempos, son parte de decenas de sugerencias y conclusiones surgidas tras la realización este fin de semana en esta ciudad del Primer Congreso Internacional de Música, Identidad y Cultura.

La actividad fue celebrada en el Centro León, conjuntamente con la Secretaría de Cultura y el Instituto de Estudios Caribeños, donde se ratificó al merengue como el principal símbolo de identidad de los dominicanos y un patrimonio sin fronteras.

El encuentro cultural, que reunió a participantes de varias naciones del mundo, reconoció que las variantes del merengue no han sido suficientemente estudiadas y faltan muchos datos, que son necesarios para proyectarlas en el mundo, por lo que se alistan urgentes medidas y políticas de Estado para su difusión con investigaciones más profundas y específicas sobre el tema, con las memorias de cada artista, la estimulación a estas investigaciones y la creación del Museo Nacional de la Danza.

En este Congreso fue escogido además, el tema de un evento similar que se celebrará en dos años y que estará dedicado a «La Salsa y el Son en el Caribe», por sugerencia de los participantes, encabezados por Dagoberto Tejeda y Félix del Rosario.

Durante el Primer Congreso Internacional de Música, Identidad y Cultura del Caribe que tuvo como tema central «El Merengue en la Cultura Dominicana y el Caribe» se destacó a la bachata como otro de los ritmos nacionales de mayor profundidad e identificación, así como sus aportes e internacionalización.

Este evento abarcó tres días de trabajo y coincidió con la celebración, el pasado año, del 150 aniversario de la primera publicación que da cuenta de la existencia del merengue como género musical, aunque sus inicios se pierden «en la bruma del tiempo», siendo una de las más destacadas debilidades de este ritmo como lo reconocieran dos de los exponentes de conferencias magistrales del congreso.

Paul Austerlitz, quien analizó el tema «El merengue y la identidad dominicana», definió esta música como «un pulpo diverso, versátil, que cambia de formas y de colores y se mantiene siendo el mismo pulpo». El antropólogo José Guerrero determinó que es un ritmo netamente criollo en el que no se pueden incluir sólo la música africana y española, sino una amplia multiplicidad de géneros del mundo que se conjugaron aquí a través de éstas, por razones históricas.

El cónclave tuvo representación de Brasil, Canadá, Cuba, Curazao, España, Estados Unidos, Haití, Martinica, Puerto Rico, Venezuela y la República Dominicana.

El comité organizador lo conformaron Rafael Emilio Yunén, director del Centro León; Darío Tejeda, presidente del INEC; Bernarda Jorge, directora de Bellas Artes; Caonex Peguero, director nacional de Música; Fernando Casado, asesor de música popular; Lidia León, directora ejecutiva de la Fundación Eduardo León Jimenes; Camilo Venegas, gerente de servicios administrativos del Centro León; Sonja Arias, de servicios administrativos del Centro León, y Manuel Mejía, subdirector del INEC.

Uno de los principales objetivos del Congreso es reunir cada dos años a los estudiosos, protagonistas, e interesados en la música y el baile del Caribe, para intercambiar conocimientos y a la vez propiciar políticas de fortalecimiento de la identidad cultural nacional y regional.

LA DIVERSIDAD DE TEMAS

Entre las sesiones de trabajo con ponencias y debates se destacaron temas como «De Tradición a Identidad», «La trayectoria simbólica del folclore musical dominicano», con Martha Ellen Davis, de los Estados Unidos; «El valor del merengue típico y la importancia nacional de su preservación», con Rafael Chaljub Mejía; «El merengue y los procesos sociales»; «El merengue en la historia dominicana», con Euclides Gutiérrez Féliz y José Del Castillo; «Aportes patrióticos del merengue», entre otros.

En las ponencias «Orígenes sociales del baile de pareja en el Caribe» y «El merengue en la danza puertorriqueña», su disertante, Ángel Quintero Rivera, de Puerto Rico, dijo que «la danza es una pieza de museo, que ha sido cambiada por otros ritmos de allá como la salsa, la plena y el reggaetón».

Otros temas incluidos en el congreso fueron «El merengue cubano, puertorriqueño, haitiano y dominicano»: la problemática antropológica de los orígenes», a cargo de José Guerrero, de República Dominicana; «Merengue, prejuicio racial y sexismo lingüístico en la sociedad dominicana de los siglos XIX y XX», por Oscar Mota; «Proyecto Museo de la Música en la República Dominicana», con Darío Tejeda.

También «El merengue, los dominicanos y su impacto social en los Estados Unidos», por Francisco Chapman; «La internacionalización del Merengue», con Manuel Eduardo Soto, y «El Merengue típico transnacional», con Sydney Hutchinson.

LA LLUVIA PARÓ LA FIESTA

Debido a las fuertes lluvias, el concierto «Homenaje al Merengue», que se celebró el sábado «a medias» en los jardines del Centro León, fue suspendido, aunque ya se había presentado la mayoría de los artistas invitados, en un concierto gratuito para el público que acudió a la actividad, pero que no pudo disfrutar de las actuaciones de Luis Días, Maridalia Hernández y Milly Quezada.

Con la dirección artística de Jochy Sánchez y la musical de Crispín Fernández, actuaron Joseíto Mateo, Jhonny Ventura, Lupe Valerio, Henry García, El Ciego de Nagua, la India Canela, Rafaelito Román, Porfi Jiménez, Edis Sánchez y su grupo de Expresión Folclórica, así como Enriquillo Tejada y los Clarinetes Mágicos, quienes interpretaron merengues emblemáticos para los dominicanos como «Leña», «Caña Brava», «San Antonio», «Juan gomero», «Yo no puedo», «La protesta, «Cabo e’vela», «Ya Santiago tiene», «Compadre Pedro Juan» y «El Jarro pichao».

 

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