La construcción de la tercera línea del Metro de Santo Domingo, la extensión del ferrocarril eléctrico subterráneo y elevado que enlazará la Padre Castellanos –antigua 17- con el distrito municipal de San Luis, es una obra largamente pensada y estudiada por el presidente Danilo Medina y su equipo, prácticamente desde la campaña electoral que ganó el año pasado.

Empero el gobernante tuvo que confrontar otras opciones atractivas: el trayecto Los Alcarrizos-Ensanche Luperón, o Ensanche La Fe-Zona Colonial, ambos provistos de poderosos patrocinadores.

Un minigabinete dirigido por el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo; el ministro de Finanzas, Simón Lizardo; el alcalde de Santo Domingo Este, Juan de los Santos, y Diandino Peña, director de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET), se ha encargado de planificar la monumental arquitectura rodante.

Razones económicas, políticas, técnicas y hasta personales, influyeron la decisión de Medina para prolongar el Metro de Santo Domingo, herencia de su antecesor Leonel Fernández, hasta la zona oriental. La conveniencia presupuestaria fue la primera ponderación; un puente paralelo al viaducto Francisco del Rosario Sánchez, costará $250.0 millones de pesos y la obra completa de subterráneos y elevados, que incluye una primera etapa desde la Padre Castellanos hasta el complejo Megacentro y desde allí hasta San Luis, conlleva 850.0 millones de dólares. La licitación va en curso; el picazo en agosto.

La parte política implica la terminación de la vía antes del 16 de agosto del 2016, así como consideraciones respecto a que Santo Domingo Este es el único municipio de la región oriental controlado por el partido de gobierno, que ha ganado cinco elecciones consecutivas, y  cuyo alcalde, Juan de los Santos, entusiasta promotor de la ingeniería urbana, ha sido elegido en tres procesos seguidos.

Además, Danilo Medina vivió en Lucerna.