POR UBALDO GUZMAN MOLINA
 “No hemos escogido la solución más cara, hemos escogido la solución más factible, la que se ajusta a nuestra necesidad”, aseguró ayer el director de la Oficina Para Reordenamiento del Transporte (OPRET), ingeniero Diandino Peña. De esa forma respondió Peña a la representante del Banco Mundial en el país, Christina Malmberg, quien señaló que el gobierno escogió la opción más cara para buscar una solución al transporte público, refiriéndose a la construcción del Metro.

Consideró que se debió seleccionar otras alternativas como los autobuses Transmilenio, de Bogotá, Colombia y el ejemplo de Santiago de Chile.

“Lo que pasa es que los técnicos del Banco Mundial no se han adentrado de manera minuciosa a la alternativa de inserción del Transmilenio en la avenida Máximo Gómez y Hermanas Mirabal y no han visto que es improbable la inserción de ese esquema”, dijo.

Consideró que la modalidad Transmilenio es mucho más costosa que el Metro.

Al ser entrevistado por HOY, Peña dijo que la OPRET “agotó todos los medios y recursos, en términos de estudios, para la inserción del Transmilenio en el corredor línea uno, pero la imposibilidad emergió ante el hecho de que no tenemos sección transversal disponible en ese corredor”.

Según Peña, para el Transmilenio se requieren cuatro carriles disponibles, que es exactamente lo que tiene la avenida Máximo Gómez.

“¿Cómo usted cree que nosotros podemos insertar un Transmilenio en la Máximo Gómez en carriles exclusivos cuando no tenemos la superficie para eso?”, se preguntó.

Señaló que los técnicos del Banco Mundial sin conocer en detalle lo que la OPRET ha hecho señalan que el Metro es la solución más cara.

Expresó que la OPRET hizo el ejercicio de las guaguas y el Transmilenio y no se pudo, porque “nosotros no tenemos el ancho de vía que nos permita insertar el modelo de Bogotá, que ellos sí tiene vías de doce y catorce carriles, nosotros no tenemos esas vías”.

Expresó que, en vista de eso, la única alternativa fue la construcción del Metro.

Indicó que la implantación del modelo de Santiago de Chile, como sugirió la presidenta del Banco Mundial en el país, es improbable insertarla en la Máximo Gómez.

Señaló que si se ocuparan dos o cuatro carriles para los autobuses en la Máximo Gómez y Hermanas Mirabal se crearía una barrera Norte-Sur para el tráfico Este-Oeste.

“El problema es que nosotros no tenemos superficie, no tenemos ancho de vía para insertar nada que se refiera a modelo de guaguas”, dijo.

Argumentó que todo lo que sea de superficie en la Máximo Gómez es improbable insertarlo.

Expresó que si el transporte es un pandemonio para cruzar el puente Francisco J. Peynado y se preguntó cómo se convertiría la vía si se destinan cuatro carriles de Transmilenio.

“En la superficie de la Máximo Gómez es improbable insertar un modelo de tráfico de transporte público que coexista con el transporte privado”, señaló.

Recordó que la ciudad de Santo Domingo tiene calles muy estrechas y, por tanto, “es improbable poner a circular el transporte público como debe ser en la misma superficie del transporte privado”.

Consideró que se quería una solución definitiva del transporte “tiene que ser con cirugía profunda y la única manera de tomar y hacer una superficie exclusiva para el transporte público en el subsuelo o en el elevado para que la ciudad pueda respirar”.

Indicó que si continúan los intentos por introducir guaguas, la ciudad será solo para el transporte público y la gente no podrá circular.

“Nosotros hicimos el intento por insertar todos los esquemas y no fue factible. La solución del Metro no la hemos escogido medalaganariamente. Es que no había otra alternativa que resuelva el problema en el futuro de manera definitiva”, señaló.

Reconoció que la línea uno del Metro, que irá desde Villa Mella a La Feria, no resolverá el problema de Santo Domingo totalmente, pero es un comienzo para su solución definitiva por lo menos en ese eje.