El Metro y el Cesi

El Metro y el Cesi

LUIS SCHEKER ORTIZ
Al regresar al país, después de unas cortas vacaciones, pregunté por el Metro. Había quedado pendiente en mi agenda del miércoles 17 representar a Participación Ciudadana (PC) ante el Consejo Económico, Social e Institucional (CESI) para la entrega oficial, en su Despacho, del informe encomendado a este organismo por el Honorable Presidente de la República sobre la Problemática del Transporte Urbano en la Zona Metropolitana de Santo Domingo, junto con una lista de prioridades que el Consejo había elaborado como sugerencia para ser colocada en primera línea de una agenda nacional para racionalizar el gasto público y encarar las graves urgencias y necesidades que demanda el desarrollo integral del país.

El informe había sido elaborado por el Consejo por recomendación del Presidente de la República consciente de las implicaciones que el Proyecto Metro representa para el pueblo dominicano y su gobierno, y luego de conocer las diversas opiniones e informes de expertos nacionales y extranjeros sobre dicha problemática así como las alternativas planteadas, incluyendo la exposición del Secretario de Estado Ing. Diandino Peña, quien gentilmente y como un gesto de deferencia había accedido a la invitación del Consejo, ofreciendo interesantes datos en defensa de su tesis sobre la conveniencia del Metro, que estimaría rentable más en lo social que en lo económico. Igualmente que fueron escuchadas las explicaciones del ingeniero Hamlet Hermann y del arquitecto Guillermo Santoni, quienes adversaron el Proyecto oponiendo sólidas y convincentes razones, que fueron igualmente atendidas y debidamente ponderadas y evaluadas en su oportunidad por los miembros del CESI.

El Consejo Económico, Social e Institucional es un organismo asesor y consultivo creado por Decreto 13-05 del Presidente Fernández, similar al modelo seguido en España pero ampliado, pues incluye la parte institucional, que es de gran relevancia para el desarrollo de nuestra democracia, y está integrado por un conjunto amplio de sectores representativos de la sociedad dominicana, bajo la coordinación de Monseñor Agripino Núñez Collado, Magnífico Rector de la Pontificia Universidad Madre y Maestra (UCAMIMA).

La presentación de este informe fue el primer gran reto que tuvo por delante el CESI, y por ello la totalidad de sus miembros puso particular empeño en que el mismo fuera objetivo, imparcial y consecuente con la realidad económica, social e institucional, nos faltando valiosas intervenciones y cuestionamientos pertinentes y esclarecedores de planteamientos y soluciones formuladas por los distinguidos expositores.

Como es sabido, la función de un organismo consultor-asesor se limita estudiar y formular aquellas recomendaciones que a su juicio considere las más convenientes y atinadas, presentándole al ejecutivo superior las ventajas y los inconvenientes que debe apreciar en su conjunto y en cada opción presentada para su correspondiente decisión, sin que su recomendación final, en caso alguno, ligue la discrecionalidad o responsabilidad, absolutamente soberana, del órgano ejecutivo.

Obviamente que cada organismo asesor quiere que sus sugerencias sean bien acogidas y esa debe ser su mayor preocupación, tomando en cuenta los intereses nacionales que deben regir sus deliberaciones, y es por tanto de gran complacencia saber, al arribar al país, cuando pedimos respuesta sobre el Informe del Metro presentado por el CESI a la consideración del Presidente de la República, que el mismo fue acogido en su parte esencial apoyando al Pleno de la Comisión, cuando, teniendo muy en cuenta las consideraciones anteriores, estima que en estos momentos la construcción del Metro no es una solución oportuna y adecuada.

Estima el Consejo que «lo más oportuno y adecuado sería que se escogiera una alternativa de solución mucho más integral, que abarcara lo técnico y lo institucional partiendo de las posibles opciones en la superficie y que no represente una carga excesiva a la economía nacional ni en el presente ni en el futuro».

Quede, pues, el megaproyecto aplazado indefinidamente, y busquemos soluciones más viables y razonables al problema del transporte, como a otras tantas necesidades de la nación.

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