Hoy 
RAYMUNDO TIRADO
La resistencia de las autoridades de la Opret para entregar las informaciones relativas a los estudios técnicos y desembolsos realizados en el Metro de Santo Domingo, no obstante la sentencia conminatoria de la Cámara Contenciosa, Tributaria y Administrativa de Santo Domingo, ha dado lugar a muchas conjeturas hechas por diferentes sectores, y ha sembrado la duda en el seno de la sociedad dominicana.
En un artículo anterior publicado el pasado mes de abril en este matutino, titulado «Los responsables del Metro tendrán que responder», dijimos que la construcción de una obra de la envergadura del Metro debía manejarse con máxima transparencia, por respeto al pueblo.
El lector debe conocer que esa obra le costará al país un dineral que saldrá de las costillas de los dominicanos. En consecuencia, los responsables de la construcción, hace tiempo que debieron poner a disposición de la sociedad dominicana los estudios de suelos, presupuestos, informes periódicos del avance de la obra con sus costos respectivos, comprobantes de desembolsos, y otros documentos de carácter técnico y económico.
Al contrario, esa obra se ha manejado como un hermetismo tremendo, como si se tratara de una construcción privada Pero los constructores deben saber que son administradores públicos y que, por tanto, tienen que rendir cuenta al país de todo cuanto se haga en la famosa obra del Metro.
Y como no lo han hecho, eso ha dado lugar a todo tipo de conjeturas. La mayoría de la gente en la calle piensa y comenta que en esa obra se han distraído y malgastado muchos millones de pesos. Hasta ahora, salvo prueba en contrario, son comentarios, pero estos pudieron haberse evitado con una información oportuna.
La propia negativa del ingeniero Diandino Peña de dar cumplimiento inmediato a la sentencia de la Cámara Contenciosa, Tributaria y Administrativa de Santo Domingo, ha aumentado la suspicacia de la gente. ¿Y por qué no quieren entregar los informes?, se preguntan los ciudadanos, y eso se va convirtiendo en bola de nieve que cada vez aumenta la duda, y el descreimiento.
De hecho esa sentencia va colocando en un callejón sin salida a los responsables de la construcción del Metro, que deben hilar muy fino, porque en estos momentos el país está pendiente de todo cuanto allí ocurra. Por eso cada paso que den debe revestirse de la máxima transparencia, para que puedan salir bien parados de todo el embrollo.
Las conjeturas han llegado tan lejos, que muchos se han atrevido a decir que el Metro, concebido como una gran arma de campaña con vista a retener el poder más allá del 2008, se puede convertir en la tumba electoral de los peledeístas el 16 de mayo del año venidero.
Es por eso, que los responsables del Metro, van a tener que cantearse con el pueblo, y cantar claro de luna, aclarar todos sus asuntos, para que no les canten bingo.
