El Miami más salvaje

El Miami más salvaje

Miami es mucho más que una ciudad con fascinantes playas y una vibrante vida nocturna. El entorno natural de esta urbe estadounidense, situada en el sureste de Florida alrededor del río Miami, entre el humedal subtropical de los Everglades y el océano Atlántico, ofrece al viajero un escenario ideal para vivir experiencias aventureras.

Antes de convertirse en el paraíso de las fiestas, Miami era un verdadero paraíso ambiental, y eso poco ha cambiado, ya que sus hábitats naturales se han conservado de una manera increíble, aseguran a Efe desde The Greater Miami Convention & Visitors Bureau, (GMCVB), oficina para convenciones y visitantes del Gran Miami.

Una de las joyas naturales miamenses es el Parque Nacional de los Everglades (http://www.nps.gov/ever/espanol/index.htm), un paraíso verde de más de 688 000 hectáreas donde hace más de 15 000 años vivieron grandes tribus nativas de Estados Unidos y que se ha convertido en el hogar de un ecosistema inigualable, con especies raras y en peligro de extinción, de acuerdo al GMCVB.

Visitarlo puede incluir un viaje en hidrodeslizador, un tour de dos horas en tranvía, una lección de historia, una excursión en kayak o una canoa para observar la diversidad de flora y fauna o un almuerzo con platos típicos de esta zona, designada Patrimonio de la Humanidad, según el GMCVB.

Según esta misma fuente, hay mil y una opciones para conocer “un pedacito” de la única zona selvática subtropical en América del Norte y el único lugar donde coexisten cocodrilos y caimanes, donde el viajero puede descubrir también garzas, estorninos, tortugas, mapaches y otros muchos animales.

Arenas doradas y aguas de color verdeazul. El otro tesoro natural del ‘Miami salvaje, es el Parque Nacional Key Biscayne (http://www.nps.gov/bisc/espanol/index.htm), con sus playas de arena dorada que, según el National Park Service (NPS) estadounidense, protege una singular combinación de aguas de color aguamarina, islas de color esmeralda y arrecifes de coral adornados de peces.

En el también llamado Cayo Vizcaíno, donde existen rastros de 10 000 años de historia humana, desde piratas y naufragios hasta productores de piña, se puede hacer esnórquel y recorridos en bote, acampar, observar los animales salvajes o simplemente relajarse en una mecedora a contemplar la bahía, de acuerdo al NPS, fuente que también informa que este parque consta de cuatro ecosistemas principales.

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