Miami. Cuando la venezolana Eulimar Núñez vio el caos que generó en los aeropuertos de Estados Unidos la (efímera) prohibición de ingreso a los musulmanes, decidió tramitar su ciudadanía estadounidense.
Como ella, muchos extranjeros viven un nuevo estado de miedo e incertidumbre. «No es que sienta que la vayan a agarrar con los venezolanos, pero todo está tan inestable y todas las reglas están cambiando tan rápido que me da pánico», contó Núñez, una periodista de 34 años que vive en Miami como residente desde 2010.
La reportera recuerda el caos que vivieron muchos aeropuertos del país después de que el presidente Donald Trump firmará el 27 de enero la orden ejecutiva que impedía el ingreso de ciudadanos de varios países de mayoría musulmana.
Quienes entonces venían en calidad de refugiados fueron detenidos, y los residentes legales que habían viajado a su país de origen no pudieron volver a entrar al que ahora es su hogar.
La orden fue bloqueada por la justicia y este jueves un tribunal federal de apelaciones ratificó su suspensión. «Me impresiona la falta de comunicación con la que se tomaron las decisiones, y la pésima manera en que se ejecutaron», comentó Núñez.