Sin lugar a dudas que el año 2011 comenzó con graves problemas en el área administrativa, especialmente en lo que se refería al desayuno escolar, debido a que cientos de alumnos de las escuelas públicas se intoxicaban por la ingesta de leche de mala calidad y la quiebra del seguro de salud de los maestros.
Esto obligó al Presidente Leonel Fernández a dar golpe de timón a la situación, designando a principios del mes de mayo, mediante el Decreto 90-11 a la licenciada Josefina Pimentel como titular de esa cartera, sustituyendo al licenciado Melanio Paredes.
Una experimentada maestra de gran vocación, la licenciada Pimentel había sido Subsecretaria de Educación y en esos momentos se encontraba al frente del Instituto de Formación Técnica Profesional, donde su gestión había sido sencillamente extraordinaria.
Al asumir sus delicadas tareas, la licenciada Pimentel supo rodearse de un equipo técnico de probada capacidad, lo que le permitió, en corto tiempo dar un giro de 180 grados a la situación.
El mayor reto que ha debido enfrentar la licenciada Pimentel como titular del Ministerio de Educación ha sido el reclamo de algunos grupos juveniles, respaldados por intereses partidarios, que han pretendido que a esa cartera se le asigne el 4% del Producto Interno Bruto, tal y como lo consigna una ley que al no haberse cumplido nunca, ha sido derogada tanto tácitamente como expresamente, porque el Presupuesto Nacional se aprueba anualmente mediante una ley de ingresos y gastos públicos, donde el Congreso Nacional, a sugerencias del Poder Ejecutivo, asigna a cada dependencia del Estado la suma que deberá gastar en los doce meses siguientes.
Es verdad que uno de los principales objetivos del Gobierno que deberá asumir el poder el 16 de agosto, luego de que emerja victorioso de las urna el 20 de mayo precedente, debe ser destinar los mayores recursos posibles para el Ministerio de Educación en el presupuesto nacional del 2013, porque de ello dependerá que el país siga avanzando por la ruta del desarrollo, como lo ha venido haciendo bajo la brillante gestión del Presidente Fernández.
Pero no podemos olvidar que la mejoría en la calidad de la enseñanza pasa obligatoriamente, tal y como lo ha entendido la licenciada Pimentel, por dar a los maestros una formación académica de óptima calidad, al tiempo que se construyen las aulas, y se equipan adecuadamente, para atender una población estudiantil siempre creciente.