El mito de los saltos hidroeléctricos

El mito de los saltos hidroeléctricos

1. Preámbulo
Por incontables años he tratado el tema de los inconvenientes y graves daños que a intereses vitales de la República produciría el desarrollo de un plan de construcciones de saltos hidroeléctricos, idea que para desgracia del país surgiera en los primeros años de la década de los 80, cuando se abandonaron los planes de producción de energía con térmicas y se dedicó tiempo y fondos al estudio de más de un centenar de saltos a través de todo el territorio nacional. Tantas veces he hecho referencia a tan preocupante tema en diarios, televisión, radio, charlas, conferencias y más, que no me queda más vía que repetir hoy, lo dicho mil veces anteriormente, aunque, incansable, otra vez, sea como el que calma en el desierto, porque dicen, para desgracia nuestra, que los saltos van, como consta en la publicación oficial de un plan de desarrollo sostenido para el período 2005-2015.

2. Improcedente

No sería necesario someter las obras del Plan de Desarrollo a un escrutinio exhaustivo para concluir que por su elevado costo y su poco rendimiento social y económico, etc. No es prudente ni oportuno considerar su construcción como parte vital en la solución de la crisis energética que sufre el país, en especial en los tiempos actuales en que la actividad destructiva de la naturaleza por el hombre es muy grave, de tal modo que el autor, cantante y poeta Joan Manuel Serrat la describe patéticamente en una de sus canciones cuando dice: “¿Padre, qué es lo que le han hecho al río que ya no canta? El río ya no es el río. El bosque ya no es el bosque”, situación considerablemente agravada actualmente por el calentamiento global producto del efecto invernadero.

3. No hay tales recursos

Reviste, pues, carácter de obsesión la insistencia con que se le quiere hacer creer al pueblo dominicano que a la solución a la crisis energética que padecemos está en la construcción de saltos hidroeléctricos, con los que se economizaría el país los centenares de millones de dólares anuales que cuesta el petróleo, el carbón y el gas de las plantas térmicas existentes. Lo peligroso del asunto es que ya no son sólo los legos en la materia los que hablan de esa forma de “solución”, sino que personas calificadas culturalmente, ingenieros, políticos y hasta economistas se han puesto de acuerdo para reclamar y hasta exigir la puesta en marcha del programa  “salvador”, porque es la forma más barata de  generar electricidad, “ya que el agua es grátis”. Peregrina afirmación que no toma en cuenta, y mas bien parece ignorar, las numerosas, no rentables e impagables inversiones en infraestructura, no considera el costo de la tierra, ni los costos sociales y ecológicos como tampoco el tiempo útil del embalse antes de llenarse de lodo, etc.

4. Para interesados

Dos casos podrían servir de ejemplo al tema tratado, el salto del río Blanco (Tireo) hecho hace unos años y pinalito, en construcción actualmente. El salto del río Blanco fue presupuestado en  U$67 millones y terminó por encima de U$140 millones para una insignificante producción media anual de 100 millones de kwH, un costosísimo kw potencia de U$11,400, cuya vida útil está finalizando, porque el lodo llenó el embalse que alimentaba al salto. Pinalito está en el Plan de Desarrollo y desde hace unos 4 años está en construcción. Sus características detalladas en el Plan son un  presupuesto de U$130 millones que, a la fecha, ya rebasa U$300 millones, y la producción 130 millones de kwH con una turbina de 50,000 kw para trabajar 6 horas diarias, producción que equivale a las 24 horas diarias de una térmica de 15,000 kw de potencia que costaría unos U$15 millones, es decir, menos de un veinteavo (1/20) de lo que está costando Pinalito y la ventaja de 24 horas diarias de generación en vez de sólo 6 horas del salto.

5. En resumen: Comparación

Una Itabo de carbón de 125mw o 125,000 kw de potencia cuesta alrededor de U$1,000 (mil) dólares es kw y produce 1,100(mil cien) millones de kwH al año, a unos 10 (diez) centavos de dólares el kwH.

Las hidroeléctricas como Pinalito y Palomino cuestan sobre U$11,000 (once mil) dólares el kw potencia, para trabajar 6 horas diarias y producir unos 100 (cien) millones de kwH anuales. Se necesitarían 11 (once) saltos como Pinalito, Palomino o similares para igualar la producción anual de una sola Itabo a costos 20 veces mayores el kw potencia y el costo de producción del kwH hidroeléctrico sería incalculable pero enorme, al considerar los años de gracia, la inversión final, los intereses, la administración, los repuestos, el valor de la tierra inundada de vivienda y familias, los daños a la agricultura y a los bosques, la vida útil (el salto del río Blanco ya no tiene embalse, está repleto de lodo) etc. etc.

6. Conclusión

Hay pues material para pensar, para preocuparse… y también para hacer algo realmente positivo para el país y sus habitantes, pero… los gobiernos vienen y van… sólo son estables los apagones, la impunidad y la miseria.

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