El modelaje del esfuerzo; 60 años construyendo camino

El modelaje del esfuerzo; 60 años construyendo camino

Muchas personas viven diariamente planteando que en la familia no se enseñan valores y que la escuela debe hacer más énfasis en la educación en valores.

Los valores se aprenden con el modelaje social y eso se verifica en una pareja campesina que a 60 años de su unión ha dejado grandes huellas en una gran familia y en toda una sociedad: Don Biro Delgado Quezada y doña Rosita Abreu. Esta maravillosa pareja que sin tener ninguna riqueza, solo la del esfuerzo y la gran sabiduría de la vida, ha sido un ejemplo de la vivencia de los valores sociales que no necesitan discursos, sino prácticas.

Esta pareja ha procreado 7 hijos, 6 hijas, 44 nietos/as y 6 biznietos/as. Ellos son el ejemplo de una vida construida en el amor, la solidaridad, la entrega a la comunidad y a su familia. Ambos nacidos en Estancita, Jarabacoa, han formado su familia que hoy ofrecen servicios desde áreas profesionales y técnicas en el país y en el exterior. Don Biro, un agricultor y ganadero que empezó trabajando la agricultura para la sobrevivencia, fue adquiriendo pequeñas parcelas que dedicó a la agricultura y la ganadería, a sus 88 años sigue vinculado a ambas actividades y dedica gran parte de su tiempo al trabajo comunitario.

Doña Rosita, una mujer luchadora que trasciende el rol tradicional de madre a la que la vida rural asigna a mujeres con 13 hijos/as, con su creatividad y esfuerzo mantuvo distintas formas de sobrevivencia y una alta dedicación al servicio social y la vida comunitaria. La vida campesina fue el contexto de aprendizaje para cada uno/a de sus hijos/as que nacidos/as en El Balcón gozaron del privilegio de la sencillez, la humildad y la solidaridad.

No se necesita amansar grandes fortunas materiales si la convivencia se convierte en un gran tesoro cotidiano. Esta es la principal enseñanza que deja esta pareja al cumplir sus 60 años de convivencia y vida familiar. No tuvieron que pasar por un sistema educativo y obtener certificados de aprendizajes de la vida para enseñar la autenticidad y el esfuerzo para superar las carencias que vivieron.

Hoy viven felices en el campo con un gran arraigo a la vida campesina y lo acompañan algunos/as de sus hijos/as y nietos/as mientras otros/as han emigrado a Santo Domingo y Nueva York. Sus nietos/as, biznietos/as e hijos/as celebraron con ellos/as la presencia de la vida y el amor en 60 años de vida matrimonial con el respaldo de la comunidad de El Balcón y del pueblo de Jarabacoa.

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