El modelo sueco de gestión de COVID-19: Un genocidio anunciado

El modelo sueco de gestión de COVID-19: Un genocidio anunciado

El modelo sueco para la gestión de la pandemia Covid-19 ha estado ocupando espacios mediáticos a nivel mundial. Están divididas las opiniones entre el modelo de gestión de la pandemia implementado en Suecia, en comparación con modelos implementado en otros países.

El modelo implementado en Suecia para la gestión de la pandemia Covid-19 se llama Gestión de Inmunidad Natural; el primer país que lo planteó fue Reino Unido, pero ironía del destino, el mayor representante del modelo, Primer Ministro Británico Boris Johnson, picó el anzuelo del coronavirus. Por suerte el político sobrevivió a la enfermedad, pero en cuanto se recuperó, parece que entendió la diferencia entre la teoría y la práctica.

El Epidemiólogo sueco al frente de la pandemia, Anders Tegnell, al parecer no cogió la señal del receptor y continuó lanzando bolas. Al inicio de la pandemia mucha gente apostó a ese modelo, incluso llamó la atención de algunas autoridades sanitarias de reconocimiento mundial. Discutí el tema con dos colegas epidemiólogos, y dije: “Déjalo que ahonde, el naufragio es inevitable”.

No estoy presumiendo de adivino, pero tengo la suerte de haber entendido desde el inicio, que este virus no es para jugar a las adivinanzas. Habíamos dicho en un artículo anterior que es mejor pecar por exceso de medidas de control, y no por defecto de ellas. Pues si nos equivocamos por exceso de medidas de control, perdemos dinero; pero si nos equivocamos por defecto de ellas, podemos perder la salud, la vidas y también dinero.

La salud y la vida están por encima de cualquier suma porque somos los seres humanos quienes creamos las riquezas; más, ninguna riqueza es suficiente para reproducir la salud y la vida que se ha perdido.

El modelo de gestión de inmunidad natural implementado en Suecia se fundamenta en los siguientes tres postulados:

  1. Al cabo de seis meses el 60% de las personas quedará inmune de por vida.
  2. La economía de la nación no se afectará.
  3. Sólo el 20% de los contagiados requerirán atención médica.

El primer postulado es erróneo, debido a que todavía no sabemos con certeza el nivel de inmunidad natural dejado por la infección, ni la duración que va a conferir.

El Segundo postulado es también erróneo. En epidemiología es a,b,c, entender que la mano de obra es la parte fundamental del proceso productivo. Las ausencias laborales por enfermedad o muerte de trabajadores y parientes, se cuentan como días de invalidez, afectarán la producción de bienes y servicios. En consecuencia, aunque no se decrete aislamiento o cuarentena, el ausentismo laboral por enfermedad es inevitables en una epidemia.

El tercer postulado posiblemente es correcto, pero no es manejable por el sistema sanitario en ausencia del control del contagio, pues no es lo mismo el 20% de mil contagios por día, que el 20% de cinco mil contagios por día,  en términos de la demanda de servicios sanitarios.

Adicionalmente, enarbolaron que las escuelan no pueden cerrarse porque los padres de los niños estarían trabajando. Se les olvidó que los padres y los maestros también terminarían enfermos. 

Al día de hoy, Suecia ocupa el tercer lugar del medallero olímpico de la pandemia, con una tasa de mortalidad por Covid-19 de 44/100,000. (44 defunciones por cada cien mil habitantes); En primer lugar está Reino Unido con 59.3/100,000. El segundo lugar le corresponde a Italia, que tiene 55.5/100,000.

En países fronterizos con Suecia: Dinamarca, Noruega y Finlandia, que no comulgaron con el modelo sueco, las tasas de mortalidad son trágicas: Dinamarca 10.0/100,000. Noruega 4.3/100,000. Finlandia 5.8/100,000. (*)

Pienso que Suecia se habría evitado al menos  el 60 por ciento de su infortunio, con la simpleza de recomendar el uso de mascarillas, el verdadero preservativo de la pandemia.

Finalmente, apuesto a que más temprano que tarde, la pandemia forzará a Suecia a tirar la toalla, e iniciar las medidas de confinamiento puestas en práctica mundialmente.

(*)cifras de Johns Hopkins.

El autor es Dr. Eduardo Ogando, Epidemiólogo. Ex Prof. UASD. Prof. Springfield College.

E-mail: eduardoogandosanchez@gmail.com.