El Movimiento Renovador Universitario

El Movimiento Renovador Universitario

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A la Universidad Autónoma de Santo Domingo  de la década de los años 60 acudía la generación joven. Se supone, que al estar en contacto permanente con los estudiantes, las autoridades universitarias de entonces estaban en condiciones de comprender lo que en ellos sucedía. Pero, desafortunadamente no era así. Los gestores universitarios de esa época, muy acostumbrados al uso trujillista del poder, no entendían que, después del ajusticiamiento del tirano, la Universidad estaba obligada a realizar su misión con una juventud muy proclive a la protesta y a la radicalización. 

Los rectores y decanos de la UASD de esa época ignoraban que las revueltas estudiantiles no eran extrañas en la vida de las universidades, que esos hechos sucedían desde la fundación de las primeras instituciones del género, a principios y mediados del siglo XIII.

Hoy día, las manifestaciones estudiantiles de repudio a las autoridades tienen lugar aquí y en casi todas partes del mundo: Ocurren en la UASD y en prestigiosas universidades latinoamericanas, estadounidenses y europeas,  por razones de peso a veces,  o por cualquier “quítame esta paja” otras.

El panorama de la Universidad de Santo Domingo en tiempos de Trujillo mostraba como característica básica una profunda centralización y una fuerte dependencia con el régimen de manera que todas las actuaciones de esa Alta Casa de Estudio estaban sujetas a los intereses del dictador. Y qué decir de la autonomía y de la  libertad científica que deben presidir toda actividad universitaria. Los profesores y estudiantes que cometían la osadía de referirse a temas como esos,  corrían el riesgo de ser cesados o expulsados de la Universidad, sin perjuicio  de ir a parar a la cárcel. 

 El Movimiento Renovador Universitario se gestó en el seno de la Revolución de Abril de 1965. Sus principales auspiciadores fueron los intelectuales que integraron el Gran Comando Artístico y Cultural Constitucionalista. Ellos enfrentaron, con decisión y coraje, a los interventores  yanquis y a sus amanuenses criollos.

Los del Movimiento Renovador Universitario  trasladaron la Guerra de Abril desde  Ciudad Nueva  al Campus de la UASD. Lo hicieron enrostrándoles a las autoridades de esa Alta Casa de Estudio el apoyo de éstas a los interventores yanquis y su indiferencia frente a los abusos y atropellos cometidos por los invasores. También, propugnaron por el cese del Rector  y de los Decanos de las distintas Facultades. La mayoría de los catedráticos y la casi totalidad de los estudiantes apoyaron esas acciones del Movimiento Renovador.  Los expulsados de la UASD por las razones más arriba expuestas fundaron la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña.  La historia da cuenta de fenómeno parecido a éste: La Universidad de Oxford nació de una secesión originada en la Universidad de París. Por igual vía, Oxford engendró después a Cambridge. Aquí mismo, en años recientes, unos académicos descontentos de la Universidad Católica Madre y Maestra fundaron el Instituto Tecnológico de Santo Domingo, mejor conocido por sus siglas INTEC. En determinados momentos, la falta de concordancia entre los ideales predicados y la realidad impulsa a sectores estudiantiles y a cuerpos de profesores a adoptar una actitud severamente crítica frente a la sociedad y sus instituciones. Y a falta de diálogos entre ellos y las autoridades se ven precisados a recurrir a otros métodos para hacerse oír.   Durante la transición del siglo 20 al siglo 21, los movimientos de reforma  en pro del mejoramiento de las universidades han sido lentos, erráticos, complejos y sujetos a coyuntura política. Han estado vinculados  a un conjunto inestable de variables complejas  dependientes de múltiples factores sociales y económicos. A ellos nos referiremos en próximas entregas.

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