El mundo celebra Más de un millón «no duerme»

El mundo celebra <span>Más de un millón «no duerme»</span>

Más de un millón de personas despidieron anteanoche el año 2006 y dieron la bienvenida a 2007 en la céntrica plaza neoyorquina de Times Square, en una celebración que se repite cada año por Nochevieja desde 1904.

La tradicional bola de acero iluminada con luces que baja para marcar la transición del año recorrió una vez más su trayectoria descendente entre la algarabía de los turistas y neoyorquinos congregados en esa encrucijada, en el corazón de Manhattan. La espera fue amenizada por actuaciones de grupos musicales. La entrada del nuevo año fue festejada con una explosión de entusiasmo y el lanzamiento de tres toneladas y media de confetis y fuegos artificiales que iluminaron el cielo neoyorquino. Como es habitual, las autoridades prohibieron a los congregados llevar bebidas alcohólicas y portar bolsos grandes y mochilas por motivos de seguridad, en un despliegue que se ha acentuado tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. EFE

«Queman» año viejo
 Los ecuatorianos «quemaron» el año 2006, representado en monigotes rellenos de serrín o papel periódico u otros hechos de cartón, con la esperanza de que con el fuego ardan los malos momentos del año que termina y se purifique el ambiente para el venidero. Los monigotes, que en su mayoría representan a políticos o personajes de la vida pública, fueron quemados a la medianoche, tras ser golpeados, pateados e insultados por los malos momentos, según manda la tradición. No obstante, hay quienes lo quemaron con nostalgia por los buenos momentos que vivieron en el 2006 y otros que, indiferentes a las situaciones, sólo seguirán la tradición de «incinerar el año» en medio del llanto de las «viudas» por la «muerte del viejito». Previamente, las «viudas» -tradicionalmente hombres vestidos con minifaldas tan provocativas como los pronunciados escotes de sus blusas- lloran por las calles pidiendo limosna para solventar el velatorio. EFE

Millones en la playa, pese a la lluvia
La intermitente lluvia que caía el domingo pasado en Río de Janeiro y Sao Paulo no intimidó a millones de brasileños y turistas, que desde temprano llegaron a la playa de Copacabana de Río de Janeiro y la avenida Paulista de Sao Paulo para despedir el año 2006 y recibir el 2007. Los espectáculos musicales en Copacabana, en la playa de Ipanema y otros puntos de Río de Janeiro, comenzaron a las 18h30 locales (20h30 GMT), con gran entusiasmo popular, pese a la lluvia, de una multitud que esperaba coronar el año asistiendo a un gigantesco show pirotécnico.

 La muestra de fuegos artificiales para celebrar a medianoche la entrada de 2007 costó 800.000 dólares y duró 16 minutos, en los que estallaron 24 toneladas de pólvora (19.000 bombas artificiales) desde balsas ancladas a 360 metros de la orilla a lo largo de la playa de Copacabana. El costo total de la fiesta carioca, con participación de tres millones de personas, incluidos 600.000 turistas, en recitales populares sobre escenarios dispersos por la ciudad, fue de cinco millones de reales (USD 2,3 millones).AFP

Seguridad para una fiesta no oficial 
La Policía israelí puso en marcha un dispositivo para garantizar la seguridad durante el Año Nuevo, que no es fiesta en este país (donde las conmemoraciones siguen el calendario judío), pero que los particulares celebran cada vez más.

El jefe de la Policía, Moshe Karadi, informó que desde el pasado jueves fueron aumentados los controles en carreteras y en torno a lugares de diversión, y que estas medidas se intensificaron la noche del 31 para evitar sobre todo que quienes celebran el Año Nuevo según el Calendario Gregoriano conduzcan bebidos. EFE

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