POR HELEN JÁQUEZ
Cada nación tiene una forma de organizar sus fiestas, ya sean patrias o religiosas, en las cuales las costumbres y tradiciones propias del lugar de origen se transmiten de generación en generación. Esta es una forma de permanecer fieles a sus orígenes.
La celebración de Año Nuevo no es la excepción. Cada nación tiene su manera de festejar en grande. Los 198 países distribuidos en cinco continentes tienen un fin en común: despedir el año en término y darle la bienvenida al que entra. Conozca cómo algunas de estas naciones despiden el año.
La República Dominicana es un país fiestero por naturaleza y a pesar de los embates climáticos de semanas atrás, espera con ansias celebrar la llegada del nuevo año con gran entusiasmo, en una mano un saco de metas y en otra par de maletas de esperanza.
Por costumbre en esta media isla las familias suelen elaborar una gran cena que iguala o emula a la de Nochebuena. La clase alta mantiene la costumbre de abrir una botella de champán y comerse doce uvas para cuando suene el cañonazo pedir el cumplimiento de sus deseos en el nuevo año.
Como pueblo comparón, comprar ropa nueva es casi una obligación más que una necesidad. Llevar un ajuar nuevecito, de cajeta es la costumbre para, después de la cena familiar, salir con los amigos a celebrar. Ya sea a la playa, a una discoteca, un bar o en la transitadas avenidas Del Puerto y Abraham Lincoln.
¿Cómo celebran el fin de año en otras naciones? Es una curiosidad de muchas personas, por lo que aquí presentamos algunas tradiciones y particulares rituales que en otros paíse realizan al momento de despedir el año viejo y darle la bienvenida al recién llegado con bombos y platillos.
Argentina
En la tierra del tango, desde hace décadas se tiene como ritual de fin de año que los jóvenes se reúnan para crear un muñeco hecho con trapos, papel periódico o un armazón de hierro y maderas Además los cohetes para quemar.
Esta tradición se realiza para purificar el alma y dejar todo lo malo del año anterior en las cenizas del muñeco que simboliza lo viejo.
Diversas maneras de esperar el nuevo año
Cada nación tiene una forma particular y única de darle la bienvenida al nuevo año que se avecina
Alemania
El último día del año, el protagonista en Alemania es San Silvestre. En su honor, corre la bebida, y se queman castillos de fuego para ahuyentar a los espíritus malignos.
Después salen a celebrar el fin de año con sus respectivos bailes. En esto la tradición es muy parecida a la de otros países europeos.
Brasil
El mar juega un papel muy importante: el cielo de las playas brasileñas se iluminan con los fuegos artificiales y las sacerdotisas africanas encienden velas y lanzan al mar pequeños barcos llenos de flores y regalos para ver si las olas se los llevan, lo que es un buen presagio.
Escocia
En Año Nuevo, su tradición preferida es el Hogmanay, una fiesta brava que opaca a la delicada Navidad. El procedimiento es sencillo: se busca barril de madera, se le prende fuego y se lo pone a rodar por las calles. Según dicen, es para permitir el paso del nuevo año. Además, luego de la medianoche, los habitantes de Escocia esperan ansiosos a la primera persona que ingrese al hogar. ¿Para qué? Resulta que los rasgos del individuo determinan el curso de los días futuros.
Un hombre moreno alto y elegante es símbolo de buenos augurios.
Pero una mujer pálida traerá mala suerte durante todo el año entrante.
España
Es costumbre salir a la plaza mayor de la localidad y comerse las tradicionales 12 uvas de la suerte al son de las campanadas de medianoche, mientras se pide un deseo. Tras la cena, la fiesta continúa en las calles hasta bien entrada la mañana siguiente.
Italia
En la noche de fin de año, al igual que el resto de europeos, salen a celebrarlo por todo lo alto hasta que amanece. En la Nochevieja italiana, las lentejas sustituyen a las uvas para atraer la buena suerte en el nuevo año. Otra tradición muy popular y que, dicen, depara buena fortuna, es la de regalar lencería roja. Muy arraigada está también la costumbre de arrojar los trastos viejos por la ventana como símbolo de un pasado finito.
Japón
Aquí las fiestas de fin de año duran nada menos que 15 días, en los que escuchan 108 campanadas equivalentes a los valores negativos que los humanos cargan y que con las campanadas se olvidan.
Comen también una sopa tradicional con fideos y a continuación se dirigen hacia el templo budista a pedir buena suerte para el año que recién empieza.
Se celebra así el año recién nacido. Después de dirigirse al templo, beben sake mientras visitan a los amigos para concentrarse después en otra comida especial de Año Nuevo.
La comida más importante dentro de las celebraciones de fin de año la realizan el 15 de enero.
Rumania
En Rumania, algunas costumbres tienen características alucinógenas.
Impulsadas -quizás- por una desesperación nupcial, las muchachas que aún no se han casado suelen caminar hacia un pozo, encender una vela y mirar hacia abajo. El reflejo de la flama dibujará en las oscuras profundidades del agua el rostro de su futuro esposo. Pero las que prefieren no salir de casa, pueden coger una rama de albahaca y colocarla bajo la almohada: el sueño de esa noche tendrá como protagonista al hombre que las espera.
Venezuela
La espera de fin de año es especial en Venezuela. Antes que den las 12, las familias se reúnen en sus hogares y preparan la hallaca, una especie de pastel exuberante repleto de condimentos y relleno especial, que se envuelve en hojas de maíz y se regala a los amigos durante la noche en la víspera de Año Nuevo.