El mundo está horrorizado por muerte de 200 rehenes

El mundo está horrorizado por muerte de 200 rehenes

BESLAN, Rusia (AFP).- El secuestro de un comando pro-checheno en una escuela de Osetia del Norte, en el Cáucaso ruso, terminó el viernes en un baño de sangre con un balance de más de 200 muertos y alrededor de 600 heridos, después de un asalto sin planificar de las fuerzas rusas.

   Más de 200 personas murieron en los tiroteos con el comando de secuestradores o a causa de sus heridas en el hospital, anunció el sábado el ministerio de Salud de Osetia del Norte, citado por la agencia rusa Interfax.

   La célula de crisis anunció que la mayoría de los secuestradores fueron liquidados o detenidos pero las autoridades seguían buscando a cuatro de ellos en Beslan, así como a posibles cómplices.

   La operación de las fuerzas rusas «ha terminado», declaró poco después un periodista de la televisión NTV, citando al general Viktor Sobolev, comandante de las tropas del ejército ruso que también participaban en las operaciones.

   En un primer momento, las autoridades rusas anunciaron que todos los rehenes habían sido liberados, pero luego Valeri Andreyev, jefe del servicio federal de seguridad (FSB, ex KGB) para Osetia del Norte, declaró que el comando aún retenía a algunos.

   Según el corresponsal de Interfax, un centenar de personas murieron en el gimnasio del colegio de Beslan, donde los rehenes estuvieron retenidos 48 horas.

   Un periodista de la AFP vio 13 cadáveres en la morgue de Beslan y otros 10 mientras eran evacuados.

   Andreyev confirmó la muerte de 79 personas que han sido identificadas. El ministerio de Salud especificó que entre los muertos había 12 niños.

   Veinte secuestradores murieron y entre ellos había 10 ciudadanos de países árabes, declaró Andreyev, pero el asesor del presidente Vladimir Putin para el Cáucaso, Aslambek Aslajanov dio cuenta de «nueve árabes».

   Según el último balance oficial, hay 556 heridos hospitalizados, entre ellos 332 niños, pero la agencia Itar-Tass dio cuenta de 704 heridos ingresados, de los cuales 259 son niños.

   Andreyev aseguró que el asalto no había sido planificado y que estaba previsto «continuar las negociaciones para liberar pacíficamente a los rehenes».

   Aslajanov lo confirmó, declarando a la radio Eco de Moscú que había sido enviado por el Kremlin para negociar, pero «cuando llegó ya había una masacre».

   Según la versión de algunos responsables rusos, las fuerzas especiales se vieron obligadas a intervenir cuando oyeron explosiones y tiroteos en el interior del colegio y vieron a un primer grupo de rehenes huir del edificio.

   El comando activó explosivos colocados en el colegio, lo que hizo que se derrumbara parte del techo matando a muchos rehenes, declaró un responsable. Una ex rehén declaró que las bombas habían estallado accidentalmente.

   Una treintena de rehenes aprovechó para intentar escapar, pero el comando abrió fuego para impedírselo. Entonces, las fuerzas de seguridad respondieron, mientras algunos rehenes salían del edificio y los helicópteros militares sobrevolaban el colegio.

   El comando, integrado por entre 15 y 30 hombres y mujeres armados, según las fuentes, reclamaron la independencia de Chechenia, indicó el presidente oseta Alexandre Dzasojov. Sin embargo, varios ex rehenes dijeron que querían la retirada de las tropas rusas de esa República.

   Ajmed Zakayev, portavoz del líder independentista checheno Aslan Masjadov, declaró a la televisión británica Channel 4 que los secuestradores «no eran chechenos».

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