Nuevo JERUSALEN. Israel y el movimiento palestino Hamas excluyeron hoy cualquier posibilidad de tregua, al cumplirse el séptimo día del bombardeo de la Franja de Gaza, que ya causó la muerte de 177 personas.
Al mismo tiempo, se anunció que el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, viajará mañana a El Cairo, en el marco de las intensas gestiones diplomáticas tendientes a lograr un alto el fuego.
El lunes, Estados Unidos advirtió contra cualquier incursión terrestre de Israel en Gaza, al señalar que ello supondría poner en peligro a más civiles. Sin embargo la Casa Blanca se abstuvo de criticar a Israel sobre el balance de civiles muertos en Gaza, diciendo que el gobierno israelí tenía el «derecho» y la «obligación» de defender a sus ciudadanos de los ataques con cohetes.
El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, se encontraba también en la región, en donde era esperada además la canciller italiana Federica Mogherini.
El portavoz de Hamas, Mushir al Masri, detalló el lunes a la AFP las condiciones para negociar una tregua, que incluye la liberación de presos palestinos. Hamas exige «el cese por completo de la agresión contra el pueblo palestino» y «la apertura (del paso fronterizo) de Rafah». Además exige «la liberación de los prisioneros detenidos de nuevo tras ser puestos en libertad en base al acuerdo sobre Shilat». «Cualquier alto el fuego debe estar basado en las condiciones que hemos planteado», agregó. Por su lado Israel continúa bombardeando la Franja de Gaza. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu prometió proseguir la ofensiva «golpeando a Hamas cada vez con más intensidad» y acusó al movimiento islamista de usar a los civiles como «escudos humanos».
La Liga Árabe se sumó a los llamamientos internacionales para detener la ofensiva israelí y pidió a la comunidad internacional que adopte medidas para proteger a los habitantes de Gaza, un exiguo y paupérrimo territorio de 360 km2 y 1,2 millones de habitantes.
Los últimos bombardeos tuvieron por blanco bases de las Brigadas Ezzedin al Qasam, el brazo militar de Hamas, y edificios en varias ciudades.
Desde el inicio de la operación «Protective Edge» (Barrera Protectora), murieron 175 palestinos, en su mayoría civiles, y más de mil resultaron heridos, según fuentes médicas palestinas. Los ataques del lunes dejaron cuatro muertos y una quinta persona falleció al no poder sobreponerse de sus heridas producidas en un bombardeo anterior, informaron las mismas fuentes. Los bombardeos israelíes bajaron de intensidad en estas últimas 48 horas, constató la AFP.
En Beit Lahiya (norte de la Franja de Gaza), muchas familias que abandonaron sus casas el domingo por temor a bombardeos anunciados por Israel regresaron este lunes a sus hogares.
Según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Medio (UNRWA), unas 17.000 personas encontraron refugio en las escuelas que gestiona en el terreno.
«Más de un cuarto de los muertos son niños», indicó en Gaza el jefe de la UNRWA, Pierre Krahenbuhl, quien lamentó que gran parte de las víctimas de los bombardeos israelíes son mujeres y niños. Sin embargo, la acogida en las escuelas es difícil. «Hay poca agua, poca comida y los niños no tienen nada que hacer. Dormimos por tierra», explicó Rebah, una refugiada de 27 años procedente de Beit Lahiya.