El mundo reacciona contra Líbano tras masacre civil

El mundo reacciona contra Líbano tras masacre civil

Beirut/Jerusalén,  (EFE).- La muerte de 57 civiles tras el bombardeo israelí de un edificio en la ciudad libanesa de Qana suscitó ayer reacciones en todo el mundo, desde una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU hasta la petición de Washington a Israel de que “tenga más cuidado”.

La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, se quedó en Israel para entrevistarse con el primer ministro, Ehud Olmert, después de conocerse la tragedia, que hace peligrar la posibilidad de una salida diplomática a la crisis.

Lo ocurrido en Qana ha trastocado el programa diplomático que Rice emprendió este sábado cuando se reunió con Olmert para estudiar las condiciones que Israel estaría dispuesto a aceptar para un alto el fuego.

Olmert dijo a Rice que su Ejército necesita entre diez y catorce días para terminar su ofensiva en el Líbano, informó la radio pública israelí.

Hoy se esperaba que Rice fuera a Beirut para buscar un consenso allí y el miércoles debía presentar un proyecto de resolución en la ONU sobre una posible tregua.

Pero el primer ministro libanés, Fuad Siniora, reconoció hoy implícitamente ante la prensa que pidió a la secretaria de Estado que no viajara al Líbano.

   “Le dije que la situación era insostenible y que no es el momento de nada más que de aplicar el alto el fuego, con lo que eso significa en lenguaje diplomático”, dijo Siniora.

   Sin embargo, Washington se limitó a instar a Israel a que “tenga más cuidado”, pero no a un alto el fuego inmediato tras la matanza, calificada de “incidente trágico y terrible” en un comunicado del portavoz de la Casa Blanca, Blair Jones.

   Mientras, Israel investiga una supuesta “diferencia de horas” entre su bombardeo y la caída del edificio en el que, según las autoridades libanesas, murieron hoy 57 civiles en Qana, la mitad de ellos niños.

   El jefe de operaciones de la Fuerza Aérea israelí, el general de brigada Amir Eshel, aseguró en una rueda de prensa que las primeras investigaciones revelan que el edificio fue bombardeado horas antes de que se desplomara.

Según Eshel, “al Ejército no le queda claro la diferencia de horas entre el bombardeo y el desplome”.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, instó al Consejo de Seguridad a “condenar” el ataque israelí “en los términos más firmes posibles” y a que haga un llamamiento al alto el fuego en el Líbano.

“Estoy profundamente desalentado de que mis llamamientos a un inmediato cese de las hostilidades no hayan sido escuchados y el resultado es la pérdidas de más vidas inocentes y el sufrimiento de civiles inocentes”, agregó en una reunión de urgencia del Consejo.

Por otro lado, se ha convocado para el próximo jueves en Malasia una reunión urgente de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), que agrupa a 57 países, para “consensuar una postura unificada contra la agresión israelí al Líbano y los palestinos”.

   El papa católico Benedicto XVI pidió hoy a “todos los responsables de la espiral de violencia” en Oriente Medio que dejen las armas, al tiempo que instó a gobernantes e instituciones internacionales a “no ahorrar esfuerzos” para lograr el “necesario” cese de las hostilidades.

   Entre las reacciones en todo el mundo figuró la del Gobierno español, que expresó su “más profunda consternación y condena” del bombardeo israelí, así como su llamamiento a un “inmediato alto el fuego”.

   El ministro de Exteriores español, Miguel Angel Moratinos, visitará el Líbano el próximo miércoles como muestra de “solidaridad” con el “pueblo y con el Gobierno libaneses”, informó hoy a Efe un portavoz ministerial.

   El desplazamiento de Moratinos coincide ese día, 2 de agosto, con el envío a la zona de ayuda humanitaria española.

   También viajará al país árabe el ministro francés de Sanidad, Xavier Bertrand, enviado por el presidente de Francia, Jacques Chirac, que deploró hoy el bombardeo de Qana.

   “Francia condena esta acción injustificable que muestra más que nunca la necesidad de llegar a un alto el fuego inmediato sin el que no pueden más que repetirse otros dramas”, señaló Chirac en un comunicado.

   Por parte americana, el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, exhortó a un alto el fuego “inmediato y efectivo, sin dilaciones ni condiciones”, mientras que su colega de Venezuela, Hugo Chávez, de visita oficial en Irán, enfatizó que “lo que hace Israel es terrorismo y fascismo”.

   Desde Sudáfrica, el presidente Thabo Mbeki consideró “un elemento esencial” que “cesen las hostilidades ahora”, al tiempo que llamó a no perder la vista la situación palestina.

   “Palestina es el epicentro de muchos de los conflictos que tienen lugar en Oriente Próximo”, recalcó en una rueda de prensa.

   Precisamente, el primer ministro palestino, Ismail Haniye, declaró que “Israel, de seguro, está fracasando en los objetivos que se ha fijado en esta guerra”, recalcó Haniye.

   También desde el mundo árabe, el rey Abdalá II de Jordania calificó de “feo crimen” el ataque aéreo israelí, mientras que Mohamed VI de Marruecos condenó hoy las agresiones “a la población civil” en el Líbano e Israel, en una crítica implícita a los ataques de la organización chií libanesa Partido de Dios (Hizbulá) contra civiles israelíes.

   Las milicias de Hizbulá, mientras, dispararon hoy más de ochenta cohetes contra localidades del norte de Israel, que hirieron al menos a cuatro civiles, mientras que decenas más tuvieron ser atendidos por ataques de pánico, informaron fuentes policiales israelíes.

   Y mientras, prosiguieron los bombardeos israelíes en el sur del Líbano, con al menos once heridos más después de la tragedia de Qana. EFE

CI pide tregua

PARIS (AFP).- Israel fue unánimente condenado tras la muerte ayer de 52 civiles, entre ellos 30 niños, en el bombardeo de Cana (sur de Líbano), hecho que provocó la anulación de la visita de la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, a Beirut y una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU.

Numerosas llamamientos se dejaron escuchar en favor de un cese inmediato de las hostilidades en el Líbano, que entraron en su decimonoveno día y que han causado 750 muertos, según Beirut. La presidencia de la Unión Europea (UE), que ejerce Finlandia, se dijo “conmocionada y consternada” por el bombardeo israelí en la localidad de Cana. “La presidencia de la Unión Europea está conmocionada y consternada por los bombardeos aéreos israelíes en la localidad libanesa de Cana. No hay justificación para ataques que causan víctimas civiles inocentes, la mayoría de ellas mujeres y niños”, manifestó en un comunicado.

Por su parte el Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Javier Solana, condenó el bombardeo y estimando en un comunicado que “nada” puede justificarlo.

Solana expresó “su profunda pena y su consternación” al primer ministro libanés, Fuad Sinoria, con quien habló. El secretario general de la Liga Arabe, Amr Musa, denunció “una agresión bárbara” y pidió “la apertura de una investigación internacional sobre esta matanza y sobre los otros crímenes de guerra cometidos por Israel en el Líbano”.

   El bombardeo de Cana obligó a Estados Unidos, principal aliado de Israel, que se había negado hasta el presente a reclamar un alto el fuego, y al Reino Unido a admitir la necesidad del cese de las hostilidades.

   “Queremos un alto el fuego lo antes posible”, declaró en Jerusalén la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, que decidió anular su visita a Líbano.

   Pero el portavoz de la Casa Blanca Blaine Rethmeier subrayó que la posición de Estados Unidos no ha cambiado y que Washington “sigue pidiendo moderación a Israel”.

   Por su parte, el subsecretario de Estado norteamericano, Nicholas Burns, dijo que su país quiere “evitar una repetición de una situación en la que se contenta con poner un esparadrapo a algo”, ya que “unos días, unas semanas o unos meses más tarde la violencia vuelve a empezar”.

   Burns sí se pronunció a favor de la formación de una fuerza de paz que neutralice al Hezbolá libanés.

   El primer ministro británico, Tony Blair, describió por su lado el bombardeo israelí como “absolutamente trágico” y dijo que eso demuestra por qué el conflicto no puede continuar.

   “Pero tenemos que asegurarnos de que las discusiones que mantenemos, y las negociaciones que conducimos, lleven a un genuino cese del fuego”, añadió.

   “No hay lugar para negociaciones en este triste día”, declaró el primer Ministro libanés, Fuad Siniora, en la televisión, antes de exigir “una investigación internacional” de lo sucedido en Cana.

   El secretario general de la ONU, Kofi Annan, condenó los acontecimientos y pidió a los 15 miembros que actúen ya. “Debemos condenar esta acción en los términos más enérgicos y les reclamo que hagan lo mismo”, dijo Annan.

   El presidente sirio, Bachar Al Assad, condenó por su parte la “horrible matanza” de Cana, indicó la agencia de prensa oficial Sana.

   Assad “expresó su conmoción y su dolor por la horrible matanza cometida por Israel contra civiles inocentes en Cana”, según la agencia.

   Francia, cuyo presidente, Jacques Chirac, condenó una acción “injustificable”, hizo circular entre los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución solicitando el cese inmediato de las hostilidades en Medio Oriente, indicó este domingo la misión francesa ante la organización internacional.

   En el texto, el Consejo “llama al cese inmediato de las hostilidades” y “subraya la necesidad de crear las condiciones de un cese del fuego permanente y una solución duradera al conflicto actual entre Israel y Líbano”.

   El gobierno español expresó su “más profunda consternación” y llamó a un alto el fuego, al igual que el jefe de la diplomacia alemana, Frank Walter Steinmeier.

   El papa Benedicto XVI pidió igualmente un cese el fuego “inmediato” con el fin de construir “a través del diálogo una cohabitación estable y durable” en Oriente Medio.

   Italia está “profundamente perturbada” por las muertes de Cana, declaró el jefe del gobierno italiano Romano Prodi.

   El jefe de la diplomacia iraní, Manuchehr Mottaki, pidió a la ONU que “juzgue” a los dirigentes israelíes por “crímenes contra la humanidad” tras este ataque.

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