El mundo según Mafalda

El mundo según Mafalda

Excelente iniciativa y producción, retrospectiva y resurrección, “El Mundo según Mafalda” no tiene comparación en los anales expositivos de Bellas Artes. Es una realización fabulosa que corresponde y responde a una obra sin precedentes. Quino, su creador, con un dibujo absoluto, ha hecho un estudio psicológico y sociológico, tan extenso como profundo, y, medio siglo después, conserva su encanto y su actualidad.

El mundo de Mafalda – también lo es –, su familia con el divino hermanito, y sus amigos, como está (re)formulado, tiene una riqueza de valores y de detalles que no podremos abarcar. Las personas sensibles, enamoradas del arte y de la vida, han de disfrutar su hechizo plural, visitando una transferencia polifacética y perfecta, una admirable organización espacial accesible a todos.

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Agradecimientos y más

Ahora bien, no queremos postergar los agradecimientos que suelen quedarse en el teclado…

La embajadora de Argentina, Su Excelencia Sandra Winkler, ha brindado un apoyo entusiasta. El productor del evento Freddy Funes merece fuertes elogios. En cuanto a Sabina Villagra, la curadora y museógrafa argentina, su inmenso trabajo es sinónimo de “gloria”.

Parece increíble, en la primera planta, la segmentación del espacio, con módulos, imágenes y viñetas, que propicia una legibilidad progresiva y completa de los personajes. Tampoco han olvidado un homenaje gráfico a Quino, por su amigo el dibujante Miguel Rep -Quino le consideraba “el dibujante más original que ha producido Argentina en los últimos años”-.

Es evidente que no podía faltar el globo terrestre de Mafalda, mapamundi esencial en sus preocupaciones y que ella modifica según las circunstancias. Bienvenido está el panel de los “Derechos del Niño”, otra meta de la niña prodigiosa.

Y, en la Cúpula, incluyendo las salas aledañas, se ha creado un circuito, alternando las propuestas bidimensionales y tridimensionales, de retratos-carteles a una (re)construcción de interior y mobiliario epocal de los padres, la deliciosa habitación de Mafalda, los juegos y juguetes de entonces. ¡Notamos cuánto han evolucionado los televisores!

Han reservado espacios laterales para los talleres infantiles -niños y colegios son visitadores privilegiados y participantes-,¡hasta se les provee de delantales! Es fundamental materializar una preocupación colectiva, perteneciendo a la infancia y ajena a las “maquinitas celulares” de hoy.

Muy importantes están la afirmación del “sí a la Democracia, la Justicia, la Libertad, sí a la Vida”, y el llanto gráfico de la zozobra internacional -¡que por cierto no ha cambiado!-. Lo que Mafalda adora -las bellísimas flores en la primavera- y odia -la sopa, las moscas, la guerra- se vuelve nuestro, maravillosamente reproducido..

Hay un montaje temático, con ambientes, objetos, publicaciones, y un aprovechamiento ingenioso de los elementos. El resultado es extraordinario: a menudo, pensamos en una escenografía teatral y en la revitalización del “pop-art”.

Percibimos una labor de equipo, de colaboradores, los cuales -creemos- Sabina Villagra ha traído de su país. Ahora bien, hemos de mencionar un segundo pequeño personal auxiliar, dominicano, reunido por Salvador Bergés, que ha hecho tareas de pintura y reacondicionamiento.

La Galería Nacional de Bellas Artes, con su estructura y dimensión, era el lugar idóneo para “El Mundo según Mafalda”.

Quino, Alicia, García Márquez

Para voceros importantes, Mafalda es la personalidad más destacada de Argentina, como si fuera un ser humano. Sabemos que la creó un artista, también sin pares, Quino -¡Han olvidado su estado civil como Joaquín Lavado!-, de talento sobresaliente e insigne consciencia profesional.

Ahora bien, suelen decir que detrás de un gran hombre hay una gran mujer. Así sucedió, fue un matrimonio de amor y colaboración, por casi 60 años, sesgado por el fallecimiento de Alicia.

Alicia Colombo fue la inseparable compañera y colaboradora de Quino. Tal vez, sin ella, Malfalda no hubiera alcanzado la popularidad nacional, continental y universal.

Durante décadas, esa doctora en ciencia se entregó exclusivamente, con pasión, a la difusión de Mafalda, multiplicando las comunicaciones y los contactos. Quino le dedicó en 2014 su Premio Asturias, y sobrevivió menos de tres años a la partida eterna de Alicia.

La pequeña y precoz Mafalda causó fascinación por su sagacidad en incontables países y 28 idiomas. Prominentes intelectuales la elogiaron. Umberto Eco introdujo el primer libro.

Gabriel García Márquez, tan exigente, quería a Mafalda y apreciaba a Quino. “Quino, con cada uno de sus libros, lleva muchos años demostrando que los niños son los depositarios de la sabiduría”. Agregaba que “no se ahogan en un vaso de agua, sino en un plato de sopa”. Con humor, hasta refiriéndose al odio de Mafalda por la sopa, el más grande escritor latinoamericano del siglo 20 rindió homenaje a la “heroína de nuestro tiempo” según la calificó Umberto Eco.

Coda

Mafalda nos espera en Bellas Artes hasta el 31 de marzo incluido.