El muñeco del año viejo es una tradición popular en Cotuí y gran parte de la provincia Sánchez Ramírez, aunque muchos señalan que está en peligro de extinción.

Los muñecos suelen vestirlos con ropa vieja, en ocasiones como algun obrero o imitando a algún personaje popular del barrio. Está siempre rodeado de botellas de ron o cerveza, como una muestra de la creatividad e imaginación popular.

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Uno de los elementos que lo acompaña es el letrero, donde se escribe un mensaje de despedida o una frase que describe al personaje que se marcha: «morí como viví, nadie me quita lo bailao ni gozao».

A las 12:00 de la noche del 31 de diciembre, la comunidad se reúne y en una gran fogata en medio de la calle, queman el muñeco y despiden el año. Así se celebra esa tradición entre los que aún la mantienen latiendo.