El muralismo, es una alta expresión artística que nos viene desde Méjico, como un movimiento estético y político a la vez, por la exaltación de los temas sociales y culturales que sellaron la identidad de la nación mejicana en su conjunto ético y antropológico

Manifestado como un movimiento de arte y conciencia, este fue creado a principios del siglo XX por un grupo significativo de intelectuales y artistas que buscaban una manera de educar a las masas ,en su mayoría iletradas.

Su influencia se expandió internacionalmente caracterizándose con expresiones singulares observables en la cultura y el arte hicano que hoy se expresa en toda California del sur y Nuevo Méjico y Tejas, como la marca estética y espiritual de la comunidad migratoria mas notoria del sur de los Estados Unidos.

Con el tiempo y a través de los años. el muralismo vino a comulgar con el urbanismo y la arquitectura para alegrar las urbes con el encanto de la imagen artística, intención muy lograda internacionalmente por maestros que, como Diego Rivera, Chagall, Picasso, Tamayo, elevaron grandes instituciones, más allá de su función administrativa y pública, haciendo de ellas exquisitos lugares del arte contemporáneo.

Es a partir de los años veinte que el muralismo se convierte en un fenómeno internacional fuera de México, debido al éxito de los grandes maestros de la pintura mexicana Diego Rivera, Alfaro Siqyeiros, José Clemente Orozco.

Consideremos también que este movimiento puso en realce y dejó en evidencia la presencia de los indígenas mexicanos en el contexto latinoamericano.

Diego Rivera, el artista más influyente de aquel momento , tuvo la conciencia de educar con su arte con obras de gran formato, colores saturados y figuras con rasgos relevantes del realismo social.

Toda esta sensibilidad y conciencia, están expresados en sus frescos y murales, siempre con una técnica propia, meticulosa, académica y fina. Sus obras en murales, son la fusión del arte de vanguardia europea, geometrías , volúmenes, guiños cubistas y post impresionistas

. En su excepcional factura se citan tanto el Renacimiento italiano, como la artesanía de artes y oficios mexicanos para poder entremezclarse ,y entregarse al servicio de un resultado visual propio y único , reconocible, e innovador, éste siempre manifestó un gran afán en lograr en sus trabajos efectos emotivos, dando a sus obras una gran simplicidad gráfica pero una tremenda intensidad en la expresión.

Sin embargo , Orozco, va a manifestar el dramatismo de la condición humana, la trayectoria de los destinos, envueltos en las tragedias y el sufrimiento. Toda su obra se identifica con una alta intensidad expresionista pero también sico emocional sin dejar de sentirse comprometido con las causas sociales, pero fuera y liberado de todo dogmatismo ideológico y autoritarismo.

Plasmó con un gran sentido y fuerza realista sus temas como por ejemplo el de la explotación del africano en Las Américas…

Con Siqueiros ,se confirman las tendencias neorrepresentativas y neo icónicas que aparecieron a partir de 1960. Le atraía la experimentación y trabajar con la investigación y las exigencias de la misma, así logró crear movimiento a través de diversas líneas en bocetos hasta alcanzar el resultado.

Le atraía el movimiento, la motricidad y el dinamismo de las figuras. Por eso, en “El Martirio de Cuauhtémoc” los guerrilleros en una pared transversal, nos evidencia una sola imagen, cuando la arquitectura del edificio edificó tres muros, pero el artista supo
imponer una imagen llena y no sectorizada , unificando su lenguaje visual y conceptual en un discurso único y coherente.

Con estos tres maestros tenemos la representación del muralismo como un género artístico de factura universal , de ejecución y resultado curado y antologado en la historia del arte del siglo veinte, porque cada uno de ellos, nunca dejó de cumplir con la autenticidad de su obra sirviendo con su factura la idea social y política que defendían, pero también la conciencia educativa y humana de lo que un mural debe de ser para la ciudadanía, conocimiento, cultura, evocación, reflexión, meditación, idea y sobre todo imagen pública de ética y estética abierta para todos. El muralismo llama la inteligencia y la sensibilización artística.

En República Dominicana, V ela Zanetti, dejó un patrimonio muralístico que honra una ciudad tan compleja y en abandono como San Cristóbal más sin embargo los frescos y murales de su catedral atraen visitantes nacionales y turistas que se asombran frente a ese tesoro artístico inesperado. La obras muralísticas de Rincón Mora enaltecen la justicia por su impacto.

La Catedral de Santiago es un auténtico templo pictórico.

Pero sucede que el muralismo, como todo arte de factura confirmada, necesita mantenimiento, respeto público y orgullo nacional, para que a través del tiempo perdure y se mantenga como un patrimonio exclusivo de la dominicanidad, así como nuestros tres maestros aquí referidos cumplieron con la mexicanidad.

El país tiene maestros del fresco y del muralismo como Said Musa,Toribio, Ramón Oviedo, Candido Bidó quien dejó un mural en La Unesco, como también Silvano Lora quién aportó sus huellas desde la Revolución de Abril y quien fue único y exclusivo en crear murales efímeros tanto en el barrio Santa Bárbara como en la calle del Conde, compartiendo con el pasante y la ciudadanía sus ideas y posiciones públicas.

Las autoridades han expresado y manifestado mucho apoyo al muralismo, tanto en las provincias como en el Distrito Nacional, encontramos en el Mirador Sur, magníficas obras de maestras como Elsa Núñez, y nuevas generaciones como Iris Pérez , Elvis Avilés, Hilario Olivo, Carlos Hinojosa, etc…

Mas sin embargo, cuando medimos las facturas de los maestros dominicanos , con obras más recientes, entendemos que el muralismo nacional , debe de auto exigirse más rigor, tanto en la convocatoria, como en los espacios.

El muralismo se establece a través de ideas, que deben de centrarse tanto en el concepto de elaboración artística así como de curaduría.

Se debe evitar que los artistas solo vengan a ilustrar exaltaciones políticas del momento con el ánimo mercantil de ganarse un dinero.

Nos parece que cuando tenemos a maestros como Ramón Oviedo, Rincón Mora, Vela Zanetti, Elsa Núñez, el cuidado curatorial debe de aplicarse, por esto pensamos que debe de constituirse un comité curatorial y científico para el arte público , donde el muralismo tenga sus letras de nobleza…. sobre todo cuándo ya se expresó la conciencia de alcanzar una Marca País, donde México es un ejemplo incomparable.

«Cuando medimos las facturas de los maestros dominicanos, con obras más recientes, entendemos que el muralismo nacional, debe auto exigirse más rigor, tanto en convocatoria como en los espacios”