El “nuevo museo” reunirá objetos arqueológicos, así como las importantes muestras de artes decorativas y ornamentales, que para ser apreciados adecuadamente necesitan del apoyo de la reinterpretación en ambientes más apropiados que los que ofrecen las dominantes bóvedas del espacio basilical, multiplicado a través de los siglos en criptas  subterráneas; un cabildo elevado mirando hacia la Plaza Mayor; una sacristía agregada al conjunto para el uso funcional; y un claustro rodeado de casas para canónigos y sacristanes.

La Catedral, junto a la Plaza Mayor, es el corazón del centro histórico y late con un ritmo propio al compás de la historia del pueblo dominicano.

La sede del nuevo museo, en proceso de restauración, ocupará el recinto de la Real Cárcel que funcionó en las casas del levante frente a la Plaza Mayor, así como otros inmuebles.  Próximamente se abrirá una “primera muestra” del conjunto de objetos en proceso de restauración, dentro del programa patrocinado por el gobierno dominicano a través de la OISOE. En la misma serán exhibidos importantes muebles y piezas de orfebrería de carácter litúrgico (Orden y forma determinados por la Iglesia para disponer la celebración de los oficios).

El polígono de influencia en la Catedral y la Plaza Mayor, está situado sobre un antiguo asentamiento prehispánico, cuyas características, principalmente taínas, darán inicio al recorrido museográfico.

En una cripta subterránea se exhibirá la rica colección del tesoro.

Dominando esta sala estará la custodia de asiento labrada en plata dorada, torneada y cincelada por Juan Ruiz el Vandalino.

Esta pieza, como dicen Cruz Valdovinos y Escalera Ureña, posee una decoración magnífica y exuberante y en sus relieves del Antiguo Testamento, en la base ochavada, muestra habilidad para representar elementos de arquitectura y paisajes de gran carácter narrativo: “Cada Apóstol y cada Profeta están estudiados separadamente con energía en sus actitudes y dinamismo en piernas, brazos y cabezas, que se transparenta también a través de los variados pliegues; la composición de la figura de algunos profetas y su expresión recuerda claramente al escultor Berruguete. Ángeles pasionarios, guerreros y niños del remate son figuraciones en la misma línea.  Todo culmina en la estatua poderosísima del Resucitado”.

Esta obra constituye la más destacada muestra de la colección de la Catedral Metropolitana.

Qué exhibirá

El nuevo museo exhibirá, en lugares apropiados, el tesoro de platería compuesto por objetos sagrados de carácter litúrgico, cuyo inventario fue publicado en el año 1933, después de profundos estudios llevados a cabo por los expertos españoles José Manuel Cruz Valdovinos y Andrés Escalera.