MÉXICO  (EFE).  Ubicado a unos 150 metros de altura, en el piso 38 de un emblemático rascacielos de la Ciudad de México, el Museo de la Torre Latinoamericana reabrió  ayer sus puertas para contar la historia del Centro Histórico, que desde 1987 es considerado Patrimonio de la Humanidad.

La historia de este sitio está contenida en 280 fotografías y su recinto es el primer rascacielos que hubo en México, el cual ha sobrevivido a dos terremotos, uno en 1959 y otro en 1985, éste último de 8.1 grados Richter que destruyó parcialmente la zona.

 “Queremos que toda la gente conozca y recuerde la historia, tradición y arte de México desde el panorama único que sólo a alturas es posible de apreciar en su totalidad”, dijo a Efe el organizador de la muestra, Rodrigo Amerlinck.    La exposición “La ciudad y la torre a través de los tiempos” hace un recorrido desde 1325, año de la fundación de la gran Tenochtitlán por los aztecas, hasta 1956, fecha en la que fue construido el rascacielos.    La primera etapa de la muestra está dedicada a la llegada de los aztecas a un islote de una laguna para fundar la Gran Tenochtitlán.    En el lugar donde está ahora la torre se encontraba el zoológico del emperador azteca Moctezuma, quien estaba en el poder cuando llegaron los conquistadores españoles. En la época colonial estuvo en el sitio un convento de  franciscanos.     La exposición muestra  piezas prehispánicas encontradas durante la construcción del rascacielos.