«El nacimiento más lindo del mundo»:
un premio al ingenio infantil y a nuestros valores

«El nacimiento más lindo del mundo»:<BR> un premio al ingenio infantil y a nuestros valores

POR FÁTIMA ALVAREZ
La revista infantil Tinmarín, del periódico HOY, intentando ofrecer a los pequeñines variadas opciones para educar con diversión, presentó su concurso «Pinta un cuento de Navidad». El evento, que lleva varios años realizándose, cuenta en esta versión con elementos novedosos que lo hacen más atractivo y educativo.

Dirigida por la pedagoga Olga Sosa, Tinmarín ofrece a través de este concurso la oportunidad de estimular el interés del niño por la lectura, a la vez que desarrolla la creatividad y natural propensión hacia las artes plásticas.

El certamen, dirigido a menores entre cinco y 12 años de edad, consiste en la lectura de un cuento de Navidad, realizado por la propia editora de Tinmarín, a través del cual el niño o niña recogió tres momentos especiales, que debía dibujar según lo interpretara.

A seguidas, un montón de llamadas se sucedieron en la redacción de Tinmarín, debido a que los pequeñines, interesados y motivados con el hermoso cuento «El Nacimiento más lindo del mundo», querían plasmar a través del dibujo todas las sensaciones que se suscitaron en ellos a través de la lectura.

Los ring ring ensordecían la redacción. Que si podía escoger el momento en que el nacimiento se rompió; que si podía ponerle tal color; que si la parte de la viejita alegre y dulce era la más bonita… un montón de preguntillas, producto de la curiosidad natural que anida en nuestros niños, llegaron hasta Olga quien, dulcemente y consciente de que esta es la hermosa manera de enseñar que le ha tocado, respondía amablemente a todas y cada una de sus preguntas.

Días después, la redacción empezó a llenarse de dibujos: grandes y chiquitos, rojos o azules, hechos con la ingenuidad de los seis años o con la incipiente sabiduría de los 12.

Los tres Reyes Magos

Cándido Bidó, Mildred Canahuate y Carlos Acero, como tres buenos reyes magos, versión artes plásticas, llegaron hasta el periódico con la responsabilidad de elegir los ganadores.

Sin oro, mirra e incienso, pero con la experiencia ganada durante muchos años, los tres artistas empezaron como abejitas laboriosas a evaluar los trabajos recibidos hasta escoger los tres mejores y los merecedores de menciones.

Desde que empezaron a chequearlos, un rumor de opiniones se transportaba de un dibujo a otro, reconociendo que todos y cada uno de ellos eran merecedores de los premios, ya que el objetivo se había alcanzado: lograr que los niños interpretaran el cuento a través del dibujo y desarrollaran sus actitudes hacia las artes.

«El color, el diseño, la limpieza en el trazo y el movimiento de las figuras son parte de los elementos que tomamos en cuenta a la hora de evaluar los dibujos», dice el maestro Cándido Bidó.

«Felicito a los que elaboraron este proyecto, porque es poco lo que se escribe sobre los niños, además este esfuerzo ubica al niño en acciones propias de su etapa de crecimiento y desarrollo».

Destaca que aunque reconoce la ingenuidad del trabajo y el hecho de que los pequeños no saben diseñar, sí saben interpretar lo que sienten y lo que percibieron a través del cuento.

Acero reafirma la interpretación del cuento como elemento distintivo en el dibujo y agrega que el hecho de que cada niño utilice recursos diferentes, refleja la personalidad artística de cada uno.

Expresó por otro lado Bidó, que el hecho de que un niño tenga escuela artística, no lo privilegia sobre otro que no tiene estos antecedentes.

Por otra parte, Mildred Canahuate, marchante de arte, destacó que es importante que los padres no incidan en los criterios de los pequeños, ya que afecta la creatividad y la libre interpretación del trabajo. En cuanto al estilo personal, los expertos en arte destacaron que no se busca similitud de estilos reconocidos en los trabajos presentados. La espontaneidad y la frescura son los valores a tomar en cuenta.

Cándido Bidó cotejó que «es la experiencia lo que lleva al artista a buscar su propio estilo».

Estuvieron de acuerdo en que se debe estimular al periódico Hoy, y en especial a Tinmarín, a hacer este tipo de evento. «Esta es una vía para que los padres perciban las inquietudes artísticas de sus hijos».

PERFIL

Olga Sosa es licenciada en Educación Inicial y Básica, graduada en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD); tiene un postgrado en Administración y Supervisión de los programas de Nivel Inicial y una maestría en Enseñanza Superior, de la misma casa de estudios.

Es maestra de la Primera Universidad del Nuevo Mundo, donde imparte cátedra de didáctica. Es además formadora de maestros, especializada en Formación y Evaluación.

Autora de libros de textos para la educación inicial, como son «La magia de las letras», «Cuadernos de Trabajo de Ciencias Naturales» para 1ro y 2do. Y «Caracola», para el tercer año del nivel inicial, todos de Editora Santillana.

DE LA EDITORA

Olga Sosa es la editora de Tinmarín. A su llegada a la revista infantil este proyecto educativo ya había sido iniciado, pero le tocó a ella establecer algunas modificaciones.

«Al proyecto se le ha dado seguimiento justo para celebrar la fecha aniversario de Tinmarín y reforzar la imagen de sus personajes Tin y Marín».

Pero la razón principal para mantener este proyecto es recalcar los valores que identifican la dominicanidad, nuestra cultura y los elementos que nos conforman como nación, valorando los conceptos de familia y el espíritu solidario que nos caracteriza.

«Es la primera vez que el cuento lo realizo yo. Anteriormente había hecho una adaptación a un cuento famoso y en una oportunidad contamos con el trabajo de Mary Collins de Colado.

«El nacimiento más lindo del mundo» persigue destacar lo importante de ser dominicano, lo que es de manufactura nacional, la mezcla de lo foráneo con lo local, dando como resultado un nuevo reflejo de la dominicanidad», dice Sosa.

«A través de este cuento se pudo traer a colación lo que somos y cómo la familia puede salir a distraerse en los espacios abiertos de que disponemos».

«Mi gran satisfacción es que los niños captaron el mensaje, transmitiendo a través del dibujo la idea central del trabajo».

«Mi preocupación era llevar a mis pequeños un lenguaje simple, con términos bien conocidos que pudieran entender e interpretar. Escribir para niños es divertido y ha permitido que fluyan en mí grandes ideas. El reto era lograr la transmisión del mensaje sin error y que los niños lo percibieran, trabajando con libertad y escogiendo lo que más les impactara».

«Hay una carga afectiva en los trabajos, en la que se manifiesta la creatividad, el desarrollo y el sentimiento de afectos», puntualiza la maestra.

TINMARÍN EN SU CORAZÓN

«Como soy maestra y especialista de nivel inicial, Tinmarín es otra manera de educar, de comunicarme con los niños. Cuando me siento en la computadora visualizo un curso lleno de niños frente a mí y empiezo a trabajar en ese contexto».

«Escribo para muchos niños que no veo, pero en los que creo saber de qué quieren que les hablen. Esta maravillosa experiencia me ha permitido descubrir otra forma de enseñanza, sin estar atada al currículo formal. Desde otro punto de vista, a través de Tinmarín me he convertido en una «campeona» en periodismo y me he abierto a un campo nuevo».

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