El negocio de la reforestación

El negocio de la reforestación

POR ISAOLYM MIESES
En las comunidades Vallecito y El Montazo, en Santiago Rodríguez, se han planteado el firme propósito de elevar la capacidad forestal con la recuperación de 780 tareas mediante la siembra de especies forestales, frutales y agroindustriales.

El proyecto también incluye un aserradero para aprovechar 7,200 tareas sembradas de árboles maderables y bosque, así como la capacitación de miembros de las comunidades. 

El “Proyecto Manejo Sostenible de Bosque Maderero (PROMASOBO)” es ejecutado por Caritas Diocesanas Mao – Monte Cristi y por el “Comité de Apoyo al Desarrollo Ecológico Comunitario (CADECO)” por un monto total de RD$4,725,022.04.

Forma parte de un paquete de 26 proyectos de producción con enfoque ecológico financiados por el “Fondo de Inversión para la Protección Ambiental (FIPA)”, uno de los componentes del “Proyecto de Fortalecimiento de las Políticas para la Protección Ambiental (IEPEP)”.

El desarrollo de estos proyectos productivos corre por cuenta de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y es ejecutado por la Consultora Internacional Resources Group (IRG) y Alianza ONG.  Cuenta, además, con apoyo de la Secretaría de Medio Ambiente.

Según explicó Pedro Pablo Ovalle, el presupuesto se distribuye entre un aporte del FIPA de RD$1,800,000.00 y una contrapartida de RD$ 2,925,022.04.

El proyecto, que cuenta con una duración de 24 meses, tiene como fin contribuir a mejorar la calidad de vida de familias de escasos recursos, a partir de un manejo integrado y sostenible del bosque. Asimismo, la capacidad autogestionaria de Caritas Diocesana Mao – Monte Cristi.

 

Propósito

Según explicó Ovalle, PROMASOBO persigue el firme propósito de elevar la capacidad forestal de las comunidades Vallecito y El Montazo, bajo la modalidad de Manejo Sostenible de Bosque. El área de intervención del proyecto es la Provincia Santiago Rodríguez, Municipio Sabaneta, comunidades Vallecito y El Montazo, las cuales están ubicadas en un contexto ambiental de bosque húmedo, con vocación primordialmente  boscosa.

Dijo Ovalle que los beneficiarios directos son 11 familias de la comunidad El Montazo y ocho de la comunidad el Vallecito, con un total de diecinueve familias con predios en ambas comunidades.

El “Proyecto Manejo Sostenible de Bosque Maderero” persigue intervenir en 780 tareas de terreno deforestados para los cuales se prevé la producción de especies maderables como pino, cedro, roble y juan primero.

El componente de especies frutales incluye la siembra y producción de naranja dulce, mango, aguacate, zapote, tamarindo y limones.

En tanto que la producción de especies agroindustriales abarca la siembra de café, cacao y bija.

Como parte de sus estrategias, PROMASOBO contempla la capacitación de los integrantes de los “Comités de Apoyo al Desarrollo Ecológico Comunitario”, de los beneficiarios directos, empleados fijos y temporeros, así como de voluntarios provenientes de ambas comunidades.

Ovalles explicó que la formación de estos comités y de los convites de trabajo forman parte de las acciones emprendidas por el proyecto.

 

Capacitación y promoción

Dijo que los esfuerzos de capacitación van acompañados de acciones de promoción, tanto a nivel comunitario, como municipal y provincial.

“Por otro lado, también tenemos en programa la publicación de un brochur, la instalación de tres vallas publicitarias y la participación en programas radiales y televisivos”.

Las actividades relativas al mercadeo van dirigidas a la comercialización de plantas de viveros y madera aserrada. “La instalación e infraestructura, por su parte, incluye la reconstrucción de dos viveros comunitarios, así como la instalación de una planta eléctrica y de un aserradero profesional”.

Ovalles explicó que además de aumentar la capacidad forestal de las comunidades y poner en funcionamiento importantes infraestructuras como son los viveros, el “Proyecto Manejo Sostenible de Bosque Maderero” ha contribuido a la formación de miembros de la comunidad en temas como organización comunitaria y producción y uso de abono e insecticidas orgánicos.

“En el aumento de las fuentes de empleo de las comunidades y del desarrollo de la autogestión comunitaria, es ahí donde está nuestro fuerte y la gran satisfacción de hacer un aporte valioso”.

Datos

El proyecto tiene un financiamiento total de RD$4,725,022.04 de los cuales RD$1,800,000.00 son aportados por el Fondo de Inversiones para la Protección Ambiental (FIPA), con una contrapartida por parte de la institución que ejecuta el proyecto y las comunidades de RD$2,925,022.04.

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