El Niño Navidad es un relato que exhorta a la entrega, a la manifestación más noble del alma humana: la solidaridad y aunque el nombre remite a una época del año, su objetivo es la práctica de ese valor los doce meses, siempre.
Su autor, Nilltrom de la Cruz, aspira a que toque a los pequeños de manera que puedan cultivar la empatía y claro, que impacten a los adultos como multiplicadores de transformación que beneficie sobre todo a los vulnerables.
“Tengo la esperanza de que llegue al corazón y de que pueda hacer un cambio en la sociedad. Pues un corazón lleno de amor y respeto por los demás es capaz de crear la diferencia social”, exclama.
Ubica el libro en el renglón de lectura infantil que trata de enseñar sobre la bondad y el derecho a ser felices, le satisface la acogida y confía en que dejará frutos hermosos.
Expresa complacido que este es su cuarto año en el mercado y los niños lo piden a sus padres, motivo por el que asegura los progenitores compran ejemplares para regalar no solo a sus hijos, también a los de amigos y parientes e incluso, para donar a escuelas y otros centros.
De la Cruz, representante de la editorial Nilltrombooks, que publica la obra, asienta que este trabajo es para el año entero, que están comprometidos con ayudar a poblaciones, con proyectos en los que van de la mano con profesionales de la educación.
“Las comunidades marginadas son siempre las más necesitadas y de forma paradójica, las más olvidadas”, lamenta.
Pone el cuento al servicio de las entidades que trabajan con demarcaciones carenciadas que deseen organizar actividades.
La presentación del tomo indica que “El Niño Navidad es un libro infantil, que toda la familia puede disfrutar, en el que son plasmados sentimientos nobles y sinceros, a los cuales abogamos en la humanidad de manera que pueda desarrollase de forma óptima. Cuenta con introducción, desarrollo y final, lo que hace de esta historia un cuento interesante y completo”.
Su autor aspira a que ese compromiso de dar prevalezca y que la trama pueda calar y dejar una impronta.
Así, en medio de tanta violencia, de excesos, el mensaje es reflexionar sobre la importancia de preservar el amor al prójimo, a echar una mirada alrededor y ver a los que no tienen siquiera lo básico para subsistir y mantener esa actitud más allá de estos momentos festivos que trae la temporada navideña.
Uno de las rasgos más característicos de esta época es la exhortación generalizada a dar, a compadecerse de los que necesitan un gesto, una mano para salir de adversidades o para no caer.
Por tanto, el afán es que estas intenciones no las difumine la conclusión de las fiestas. Al contrario, que sirvan para afianzarlas y ensancharlas.