Porqué el pueblo no se ofende de situaciones vergonzantes como es saquear un carro accidentado o fabricar pociones que no curan o pastillitas que pueden provocar la muerte?  Años y años de políticas equivocadas derrochando recursos públicos en programas paternalistas, clientelistas en detrimento de las reformas agraria y urbana; de la salud y de la educación publicas, no serían ya una buena pista para explicar tales actitudes? En vez de desarrollar las capacidades de los pobres  para que sepan trabajar y producir con mayor eficiencia y productividad, los gobiernos han preferido darles migajas, que los transforman en “pedigüeños” y en vez de ser potencialmente productivos y solucionadores de problemas, son “improductivos y generadores” de problemas para la sociedad.

¿Es porque no dispone de recursos materiales y financieros que la población en general y la de Moca en particular,  se especializa en la fabricación de medicamentos adulterados o en vender marihuana o desarropar un muerto? La razón objetiva es que la población, en general,  no ha recibido las herramientas del saber, del saber hacer como requisitos para poder progresar en la vida. Si no se le proporciona los conocimientos y las habilidades para que sepa y pueda incrementar sus ingresos  y su calidad de vida, no puede tener ni “ética” ni “vergüenza”. Es asunto de sobrevivencia en una sociedad en  naufragio donde no se premia ni la honradez, ni la cultura ni el sacrificio. La educación es la única estrategia  capaz de fortalecer la identidad, la moral, la ética, el ego, la auto-estima y el deseo de superación. Si los gobiernos  la hubiese capacitado, formado, instruido, la población podría asumir como suya la responsabilidad de evitar o corregir los errores que inconscientemente está cometiendo. Hay que repensar “nuestra nación”  y no culpabilizar a quienes son víctimas y juguetes de todos los gobiernos.