De acuerdo con la Cábala judía, cada nombre tiene su significado. La numerología del Universo está estrictamente codificada y se puede descifrar si poseemos la clave. Por ejemplo, el nombre de  “Ángel”. Casi todos los que tienen ese nombre poseen características de valentía, de servicio desinteresado.

Conozco uno cuya fecha de nacimiento fue el 28 de diciembre del 1912. Por coincidencia fue un 28 de diciembre, día de Los Inocentes, que conocí al Profesor Juan Bosch con quien este ángel estuvo ligado en un momento crucial de la historia dominicana. Su número es el 8 (símbolo de plenitud). Un circulo terminado y otro al punto de empezar, uno encima del otro, formado por dos 4, significando su capacidad para la organización.

El cuadrado o cuadrilátero contiene dos triángulos entrelazados, la sabiduría universal. De ahí que este ángel viniera al mundo para arriesgar su vida en pro de un futuro más promisorio para su país. Nos referimos al gran ser humano de nombre Ángel Emilio Miolán Reynoso, uno de los tres patriotas que arriesgó su vida (junto a Ramón Castillo y Nicolás Silfa) en las postrimerías del trujillato trayendo nuestro proyecto inicial de  democracia -PRD- en medio de una crisis descomunal.

Hablando de crisis, el número de Leonel Fernández Reyna, nacido el 26 de diciembre del 1953, es el 11, como las  Torres Gemelas de Nueva York. Ese fue también el número de Francisco Peña Gómez.  Como el 22, el 11 es un número maestro, propio de privilegiados que cambian el derrotero de sus pueblos.

 Este artículo lo dedicamos a un ser especial, a Don Angel Miolán a sus 97 años. ¡Nuestras felicitaciones!