El nuevo gobierno egipcio empieza a trabajar en un clima de tensión con los islamistas

<P>El nuevo gobierno egipcio empieza a trabajar en un clima de tensión con los islamistas</P>

EL CAIRO, Qahirah. AFP. El gobierno de transición egipcio empezó hoy a trabajar, con varias reuniones previstas con la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, en un clima de tensión y de nuevas manifestaciones islamistas en El Cairo.  

A media jornada, más de mil partidarios del presidente depuesto Mohamed Mursi se manifestaron cerca de la sede del gobierno, en el centro de la capital, indicó un periodista de la AFP.  

Los manifestantes, que gritaban consignas contra el gobierno, no se pudieron acercar a más de 200 metros del edificio. «El gobierno es ilegítimo», decía una de las pancartas.  

Los Hermanos Musulmanes, el movimiento de Mursi, también convocaron manifestaciones por la noche, tras la cena que marca el fin del ayuno del ramadán, un día después del anuncio de la formación del nuevo gobierno dirigido por el primer ministro Hazem Beblawi, un economista de 76 años.  

En la madrugada del martes, los enfrentamientos entre la policía y los partidarios de Mursi dejaron 7 muertos, más de 200 heridos en El Cairo y se detuvieron a más de 400 personas.  

Amnistía Internacional pidió este miércoles una investigación «urgente» sobre las acusaciones de malos tratos a los detenidos.  

Desde el golpe militar que derrocó a Mursi el pasado 3 de julio han muerto más de cien personas en todo el país.  

La situación sigue siendo tensa en la península del Sinaí, donde desde hace dos semanas se intensifican los ataques contra la policía y el ejército pero también contra los civiles.  

El martes por la noche, seis soldados y dos civiles resultaron heridos en un ataque con lanzacohetes en la ciudad de Rafah, fronteriza con el territorio palestino de Gaza. 

Un gobierno sin islamistas  

En El Cairo, Catherine Ashton se reúne este miércoles con el presidente interino Adli Mansur, con el primer ministro Beblawi y con el nuevo hombre fuerte del país, el general Abdel Fatah Al Sisi, jefe del ejército y ministro de Defensa. Ashton también se reunirá con el nuevo jefe de la diplomacia, Nabil Fahmy.  

La responsable europea, que pide «volver lo antes posible a la transición democrática», también tiene previsto un encuentro con Tamarod -el movimiento que impulsó las manifestaciones masivas contra Mursi- y con el Partido de la Libertad y de la Justicia (PLJ), el brazo político de los Hermanos Musulmanes.   Los miembros del gobierno, que juraron el martes sus cargos, reflejan las diferentes corrientes de la oposición laica que se manifestó masivamente contra Mursi pero no incluye a ningún miembro de grupos islamistas.  

Los Hermanos Musulmanes dijeron el martes que no reconocen «ni la legitimidad ni la autoridad» del gobierno, al que acusan de haber accedido al poder con un golpe de Estado contra el primer presidente elegido democráticamente de la historia del país.  

El general Sisi, jefe del ejército y hombre clave en la caída de Mursi, también ejerce de viceprimer ministro en el nuevo gobierno, además del cargo de ministro de Defensa que ya tenía.  

El gobierno incluye tres mujeres y tres coptos, la comunidad cristiana de Egipto muy hostil al expresidente islamista.   El proceso de transición política anunciado tras el golpe prevé una nueva Constitución, elecciones legislativas a principios del año que viene y luego elecciones presidenciales.  

Además de las tensiones en la calle y en el Sinaí, el nuevo gobierno tendrá que enfrentarse a la grave crisis económica, que fue decisiva en la caída de Mursi.  

La presidencia egipcia pidió el martes a todas las fuerzas políticas que participen en los «esfuerzos de reconciliación nacional». Pero al mismo tiempo, las autoridades han lanzado acciones judiciales contras los líderes de los Hermanos Musulmanes, entre ellos el Guía Supremo Mohamed Badie.  

El lunes, el secretario de Estado adjunto William Burns, el primer responsable estadounidense que visita Egipto desde el golpe, pidió calma y diálogo «entre todas las partes» y se reunió con los miembros del nuevo gobierno, pero no con Tamarod ni los Hermanos Musulmanes.  

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