El nuevo lenguaje de la juventud

El nuevo lenguaje de la juventud

POR DIÓGENES CÉSPEDES
El modismo ¿Quién te cotiza?, con el sentido discursivo de ‘quién apoya tus locuras’ tiene, por fuente evidente, el vocabulario técnico de la economía y las finanzas, o sea, del comercio. Lo gastado es el significado en este tipo de discurso; lo nuevo está en crear un sentido nuevo en el mundo de los sentimientos y las emociones.

No ocurre así con “Sopolto”, cuyo sentido es ‘Estoy de acuerdo, lo puedo hacer’, derivado servilmente del inglés ‘to support’, verbo que deriva también en sustantivo. Es obvio anglicismo usado en español con el sentido de ‘apoyar, apoyo’. Hoy cualquier empresa ofrece ‘soporte’ técnico luego de vender un producto cualquiera. Ese barbarismo tiene buena prensa entre los jóvenes que dominan la cultura tecnológica, pero carecen de cultura humanística. Los políticos copian el léxico tecnológico de estos jóvenes, pues también en su ignorancia humanística le atribuyen una magia y una superioridad a esta jerga. En ambos casos, políticos y jóvenes gerentes se encuentran en el plano de la cultura light.

La expresión “Te guayaste” por ‘te equivocaste, fracasaste’, sin la s, pero a veces aspirada en el registro verbal familiar, deriva de ‘guayo’ y de este se forma el verbo ‘guayar’. El significado del objeto de metal agujereado para uso culinario ha sido trasladado al ser humano y a la figura del cerebro agujereado, el cual no puede generar otra cosa que el error, la equivocación o el fracaso en el juicio. “Guayarse” es también sufrir el cuerpo o parte de este un raspón debido a una caída o arrastre violento. De ahí la extensión de fracaso. Ha creatividad en el sentido del discurso.

En cambio, “Te solté en banda” no es ninguna creación. Se deriva de la misma expresión que usan los muchachos en el juego de chichigua. Cuando dejamos la chichigua en banda, abandonamos toda esperanza de recuperarla. El hilo se ha enredado de tal suerte que es imposible, con el monigote, enderezarla y es preferible soltarla y con esto se pierde la parte de hilo que cortamos con una navajita o una chaveta que nos acompaña en este juego. Aplicado el sentido a personas, ‘es dejarla sola, dejar de prestarle atención’ y por sentido traslaticio, castigarla por algún error o desprecio cometido contra quien habla.

Tampoco es creación la expresión “Te saqué quisonda” cuyo sentido es ‘te saqué o excluí de mi vida’. Este, y la mayoría del léxico que forma parte del idiolecto que analizo, está ya documentado en el “Diccionario de dominicanismos” de Carlos Esteban Deive (Santo Domingo: Ediciones Librería La Trinitaria/Manatí, 2ª ed. 2002, 176)

La expresión “Tú si eres bultero-a” usada por los jóvenes con el sentido de ‘tú si eres mentiroso-a, deriva de un modismo ya viejo que tuvo curso en los años 70-80 y se lo aplicábamos los periodistas a los funcionarios reformistas que, para ganar bonos, se colocaban siempre detrás del jefe que en ese momento daba declaraciones a la prensa o estaban en un acto provocar.

Este tipo de funcionario, además de hacer bulto, era tipificado por los periodistas como chupacámaras, término acuñado en España para estos casos de narcisismo. Pero a veces quien hacía bulto, no necesariamente era un chupacámaras, sino que su función era mostrar lealtad al jefe a fin de que le tomara en cuenta en sus deseos de escalar posiciones burocráticas. A mi regreso de Europa en 1980, lo popularicé entre mis colegas de Ultima Hora y El Nuevo Diario. Hoy casi nadie lo usa, pues bultero-a lo ha sustituido, con el sentido traslaticio de mentiroso-a, pero que no incluye el de chupacámaras. En este sentido es una regresión semántica porque ha empobrecido el discurso, pues el antiguo vocablo incluía lo de persona falsa y narcisista, además de oportunista.

El modismo de reconvención social “Te pasaste de contento” con el sentido de ‘tu actitud fue exagerada’ parece una creación. Quizá se derive del estoicismo que siempre recomienda la actitud moderada ante todo, pero en este caso el significado de contento es el de censura ante la alegría exagerada, que entonces se convierte en ridiculez o algo grotesco o teatral, como lo expresa el siguiente modismo: “Te pasaste de maquillaje” por ‘te excediste’. Siempre la misma reconvención ante el exceso. Siempre el consejo de la moderación. Somos actores en el teatro de la vida y todo exceso con la máscara del maquillaje que portamos, es grotesco, exagerado y surte el efecto contrario de lo que buscamos.

Dice Quiroz que el tono es la diferencia que marca el hacerlo bien o mal cuando se le dice a alguien “Te la comiste”. El tono es un elemento del ritmo y este es la organización del sentido en el discurso. La frase tiene prosapia deportiva o al menos fue catapultada al lenguaje popular por Rafael Rubí, el mejor narrador de pelota que ha habito en el país. Vino de Cuna al final de la era de Trujillo y revolucionó el discurso deportivo. Tal o cual jugador se la comió cuando hacía una jugada espectacular, pero también, y en menor medida, cuando hacía una mala cuando la evidencia indicaba que el error había sido grande ante un batazo fácilmente atrapable. Del léxico deportivo pasó al plano de las distintas actividades sociales y así lo encontramos hoy en el discurso de los jóvenes que ignoran, posiblemente, su origen.

Es evidente que la expresión verbal “no estar en” es una copia del inglés “not to be in”, usada en español con el sentido de ‘no estar con’, por ejemplo, en “No estoy en ti” en vez de “No estoy contigo” o ‘no estoy involucrado contigo’, ya sea en este momento o en otro. El joven de hoy añade lo pintoresco al contraer el “estoy” por el ‘toy’. Otra expresión, “un vegetal” para significar ‘un viejo que se ve bien’ es metáfora visual de supermercado, menos graciosa que “viejebo”, aunque “vegetal” guarda la raíz de viejo, como en vejestorio. Pero esta es un vocablo muy elitista para la juventud light de hoy.

El modismo “Suéltame” por ‘déjame en paz, no me ataques más’ es sinónimo poco creativo de otro que estuvo en boga en la generación anterior: “Quítamelo” (de encima). Este otro, de muy buena prensa entre la juventud: Ta to, es contracción de ‘Está todo’ okay o bien, copiado del inglés “All is ok”, pero en español el sujeto está invertido, pues debía ser ‘Todo está ok o bien’. Juan Bosch entrevió el derrotero que lleva el español dominicano cuando analizó la frase de un militante universitario del PLD que decía “Lui, tú tá í” por ‘Luis, tú estás ahí’. También la siguiente expresión es imagen gastada de la generación anterior: “Hazme coro” por ‘ponme atención, haz lo mismo que yo’ equivale a la que usábamos en los 80: Fulano le hizo coro a Zutano. Es decir, estuvo de acuerdo con él, lo cual es lo mismo que prestarle su atención para que le domestique.

“Me calenté” por ‘me metí en problemas’ es expresión copiado del inglés. Donde estén los adjetivos “hot”, “cool” hay jerga juvenil traducida servilmente al español. “Estoy frío o caliente” con alguien, por estoy contento o bien o enojado con alguien. El vocablo “Muela” con el significado de ‘un cuento inventado para convencer a alguien” sobre lo que sea, pertenece también a la generación anterior que conoció las habilidades de El Muelú, es especie de timador de mujeres. De ahí derivó la expresión verbal “dar muela” a alguien. La creatividad popular no estuvo a la altura del 2000. Igual ocurre con el modismo “Llégale” por ‘vete, hazlo’, si se tiene en cuenta que esa expresión se usa en deporte, sobre todo en béisbol: “Llégale a ese elevado”, “llégale a ese batazo”. Lo mismo ocurre con “Lígatelo”, del verbo ‘ligar’, el cual tiene un significado sexual fuerte en la Península. Entre ligarse una mujer y conseguírsela no haya diferencia, pero de ahí pasar a que ligar sea conseguir no ya a una mujer, sino cualquier otra cosa, ciertamente es posible que haya novedad semántica.

La frase “La dañaste” por ‘cometiste un error, eso no va’ es variante de la que usamos en los 80 con “Ahí fue que lo dañaste”. Peca también de poca creatividad la expresión “Abrió gas”, usada por la actual juventud. En efecto, está documentada muy atrás la expresión “abrir gas” como equivalente de ‘salir huyendo’ o rajarse, como dicen los mexicanos. El modismo “Me copiaste” es de la época de la radiocomunicación de los organismos policiales y militares con los famosos walkie talkies. Después de preguntar ¿Me copiaste?, se respondía sí o no y a continuación “Cambio y fuera”. Igualmente es de los 90 la expresión “Estar en olla”, es decir, sin dinero”. La música popular ha sido abundosa con esta expresión, la cual a veces se reduce o recorta a un simple “en olla”.Cuando la olla está vacía, no hay dinero para comprar los alimentos. No hay trabajo para producir la mercancía especial llamada dinero. “En olla” equivale a ‘estar en cuenca, en el cuenco o en las cuencas de los ojos’. Y en cuenca es expresión usada por los dominicanos y dominicanas para significar ‘sin dinero’. Es también vieja la expresión “A millón” por ‘con mucho ánimo’. Creo que Sonia Silvestre la documentó en una bachata con la frase “La vellonera a millón”. Hay sentido traslaticio entre ‘mucho ánimo’ y ‘a mucha velocidad, rápido’. Otra expresión: ¡Qué mortal!, por ‘algo que está fuera de lo común’, es decir, extraordinario, es muy creativa. La muerte es lo inexplicable, lo que está fuera del entendimiento común. De ahí se pasa a considerar todo lo excelente, lo extraordinario, como algo mortal. Puede ser sinécdoque del título de una serie famosa llamada “Mortal Combat”.

No sucede así con la expresión “Me sacaste lo pie”, sin la s del plural, pues esta frase es de la generación anterior, que la usó extensamente, incluso copiada servilmente del inglés con mitad de español: “Me sacaste los boogies”, en reemplazo de la trivial “Me sacaste la alfombra”, equivalente a ‘Me despreciaste, me dejaste plantado-a” o ‘me abandonaste’.

Otra frase que viene de la jerga de los mecánicos de autos es “Ahí e que prende” por ‘así es como me gusta’. A la frase del mecánico “Dale a prender”, este contesta, si el vehículo enciende: “Ahí es que prende”, es decir, en ese punto es donde funciona el encendido. ¿Y a quién no le gusta eso?

El modismo que reporta Quiroz, “Brisiao” con el significado de ‘rápidamente’, tiene otro que él no captó. Cuando alguien está brisiao es que ‘está acelerado, con urgencia’ por hacer algo. Se deriva del sustantivo “brisa” al cual se le ha construido el verbo brisiar, copiado del inglés “to breeze” que es brisa violenta o ráfaga. Tampoco hay creatividad en el uso de “bárbaro” por ‘alguien que hizo algo fuera de lo común o absurdo’. Así con la l de los capitaleños, nada hubo más fuera de lo común o absurdo que la invasión de los bárbaros que puso fin al Imperio Romano.

Igualmente, no hay creatividad en la frase “a lo callao” por ‘en secreto o silencio, entre nosotros’.  En mi generación, la achicábamos: A lo calladito o a veces, “A la callanda”. Es vieja también la expresión “picharle un juego a alguien” con la connotación de hacerle el amor a una mujer, pues el ejemplo documentado por Quiroz es “A esa le picho un juego”, derivado del vocabulario beisbolero. En la frase “¿Quién lo patrocina?” con el sentido de ‘¿quién le paga por hacer esa ridiculez?’ hay creatividad. No solamente es ridículo quien paga, sino también quien ejecuta la acción. Con “bulto” como sinónimo de ‘cuento’, ya analizamos la expresión “Hacer bulto”, igual a “ser bultero”. Con “chévere”, creo que desde la llegada del primer cubano a Santo Domingo, hasta los chinos de Bonao conocen su significado. De la expresión “Cógelo ‘easy’ cabe decir que todas las generaciones desde los 70 para acá, la han usado y le han agregado variantes cómicas como ‘cógelo con suavena, con vasela, etc.

El modismo que reporta Quiroz, “Brisiao” con el significado de ‘rápidamente’, tiene otro que él no captó. Cuando alguien está brisiao es que ‘está acelerado, con urgencia’ por hacer algo. Se deriva del sustantivo “brisa” al cual se le ha construido el verbo brisiar, copiado del inglés “to breeze” que es brisa violenta o ráfaga. Tampoco hay creatividad en el uso de “bárbaro” por ‘alguien que hizo algo fuera de lo común o absurdo’.

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