El nuevo liderazgo latinoamericano

El nuevo liderazgo latinoamericano

Aquí de nuevo con ustedes, amigos lectores. Dicen que los latinos son muy diferentes unos de otros. De hecho, eso se nota cuando se vive en algunos de esos países y uno se adentra en sus costumbres y cultura. Sin embargo, hay casos donde esas diferencias apenas se perciben aunque en otros es más notorio, especialmente cuando se compara el Caribe con el cono sur o la zona andina.

Pero cuando nos comparamos con otras latitudes del mundo, como Asia o el Medio Oriente, entonces uno se da cuenta que las diferencias entre los latinos no son tan notorias. Por ejemplo, tome a la India o Marruecos y analice su cultura, costumbres y creencias, y notará la gran diferencia que existe con Latinoamérica. Es tan grande que pone a los latinos en un mismo plano cuando de comparaciones se trata.    

Por eso no es de sorprender que cuando de hacer cagadas se trata, muchos de estos líderes de izquierda, sean del sur, del Caribe o de la zona andina, solo se diferencian en su forma de decir las cosas.

Hugo Chávez, por ejemplo, mandó al carajo al presidente Uribe después que éste le dijo “sea varón”. Calificó a Israel de tener un “Gobierno asesino” y dijo que José María Aznar era un fascista. En su programa de radio llamado “Habla el Presidente” patea por el trasero a todo aquel que osa criticarlo.

Evo Morales hace lo mismo, pero con más bajo perfil. Calificó de “genocidio” el tratado de libre comercio con los Estados Unidos. Llamó traidor al ex Presidente Alejandro Toledo por negociar dicho tratado. Dijo que Alan García era un chabacano y que su gobierno era el peor del continente. Para colmo ahora dice que los pollos alimentados con hormonas convierten a los humanos en homosexuales, creando un lío del carajo.

Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, no se queda atrás. Dijo de los puertorriqueños eran un pueblo “colonialista y sometido por el imperio yanqui”. Afirmó que los miembros de la FARC, la guerrilla colombiana, eran sus hermanos y que había que apoyarlos. Alabó a Mahmoud Ahmadinejad considerándolo un gran líder después que se robo las elecciones de Irán. Ahora piquetea diariamente el Congreso para someterlo a sus designios totalitaristas. 

Ese es el nuevo liderazgo latinoamericano, que habla sin pensar y que todo lo quiere resolver acusando a los “yanquis” de lo malo que pasa en sus países, cuando son ellos mismos lo que están destruyendo sus economías y malgastando sus recursos naturales. Reprimen el libre mercado y reprimen las libertades públicas, manipulando la ignorancia de sus pueblos para mantenerse en el poder. 

Por eso hay que tener mucho cuidado con aventurarnos dentro de esa nueva corriente izquierdizante, que cada día consigue más adeptos ante el desgaste de los partidos tradicionales y especialmente del que nos gobierna. Es mejor seguir luchando para enderezar nuestros entuertos y no llevarnos sorpresas desagradables. 

Recuerden que el neotrujillismo también cambia de disfraz. 

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