El nuevo silencio de los inocentes

El nuevo silencio de los inocentes

La situación de desesperación extrema por la que está atravesando la mayoría de la gente en nuestro país, no se resuelve con las reuniones que hacen algunos funcionarios para aparentar soluciones. Tampoco con la actitud que asumen las cúpulas de todas las magnitudes, que al parecer ignoran o se tapan ojos y oídos para no ver la tragedia ni escuchar los quejidos que están produciendo una especie de nuevo silencio de los inocentes, no el de la magistral película de unos años atrás, sino el que mantienen los sectores que no tienen otra cosa que esperar hasta que la paciencia se les agote.

Todo el país, pero en especial los trabajadores y los ciudadanos que viven de las diferentes formas que la inteligencia, la habilidad y la necesidad les ha impulsado a diferentes formas de creatividades para buscárselas, están pasando una situación verdaderamente calamitosa, desesperante y por otra parte preocupante.

La gente sabe que la mayoría de las cosas tienen relación con los derivados del petróleo y que su costo afecta la mayoría de los productos importados y nacionales.

Ellos escuchan o leen acerca de lo que acontece en el mundo, pero ocurre que viven aquí y ven cómo un país que se llama pobre, en vía de desarrollo, con miles de problemas, pero sin embargo la mayoría de las instituciones, especialmente las de orden público, sin esconder algunas privadas, sus funcionarios y ejecutivos gastan y viven como jeques de países extremadamente ricos.

No estamos apostando a un estallido ni a una rebeldía social. Estamos advirtiendo que siendo un país con muchísimos problemas, desde el gobierno, comenzando por los funcionarios de los niveles superiores, se envíen señales claras y creíbles al resto del país, de que como se avecina un período de vacas flacas y se hace necesario un auténtico período de austeridad, ofrezcan ejemplos que contribuyan a emparejar la carga que hasta ahora está soportando solo una parte del país, mientras los de siempre aprovechan para aumentar sus arcas y sus negocios.

Como no hay elecciones a la vista, no importa que algunos estén preparándose para adelantar dicho proceso de aspiraciones, lo que deberían hacer sobre todo el gobierno, pero además los políticos y los empresarios que hicieron grandes inversiones en encuestas durante la pasada campaña, sería hacer sondeos de opinión para ver como está viviendo la gente, que están pensando y cuál podría ser su reacción futura de no ver soluciones a corto plazo.

El gobierno está en la obligación de dar respuestas rápidas y claras a la situación que se vive. Sabemos que la mayoría de los políticos al llegar al gobierno, se mudan, cambian de amistades, costumbres y estilos y por tales razones dejan de poner el oído en el corazón de pueblo.

Mantienen abiertos los oídos, pero para los sectores con que se rodean, que ahora sus mayores preocupaciones son las de un aumento de salario para los trabajadores que los ayudan a hacerse más ricos, pero que lo que ganan no les alcanza para vivir de una forma ni siquiera parecida a decente.

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