El objetivo particular de López Obrador

El objetivo particular de López Obrador

Editada por Richard Lapper, con  notas de Jonathan Wheatley,
Adam Thomson y Benedict Mander
Andrés Manuel López Obrador, el candidato presidencial izquierdista del Partido Revolucionario Democrático (PRD), de México, lanzó a los no-mexicanos a buscar en los diccionarios la semana pasada, cuando llamó al presidente Vicente Fox un “pelele”. Pelele significa muchas cosas en español, y ninguna es en lo más mínimo elogiosa.

Por eso, ¿qué se trae entre manos el señor López Obrador -o Amlo, como se le conoce más? Después de todo, fue su exigencia hace algunas semanas de que el señor Fox “se calle la boca” lo que ayudó a erosionar su liderazgo antes sustancial sobre el resto del campo. Como resultado, todas las encuestas más importantes ahora colocan a Felipe Calderón, del centro-derechista Partido de Acción Nacional (PAN), en primer lugar, por primera vez desde que empezó la campaña en enero.

No hay dudas de que el señor Fox, que pertenece al PAN del señor Calderón, ha llevado al límite las estrictas leyes electorales de México, obligando a los funcionarios públicos a mantenerse neutrales -y a veces, ir más allá. Ha recorrido el país como si fuera él quien está en campaña y ha hablado a favor del señor Calderón, aunque sea en código, en casi todos sus discursos públicos. Hasta ese punto, la aparente frustración de Amlo con el presidente es comprensible. Pero esos ataques no le hacen bien alguno a sus posibilidades de ganar las elecciones del 2 de julio. Funcionan particularmente mal en un país con un alto respeto por las instituciones públicas. También refuerzan la idea  que impulsan los detractores de Amlo, de que es un hombre temperamental que no respeta la autoridad.

Con solo un mes por delante antes de las elecciones, Amlo debería mantener clara su cabeza y concentrarse en lo que se sabe hace bien, y en lo que Calderón no lo sabe: atraer las clases populares, Amlo tiene dos ventajas sobre su rival principal: su sello de que es el candidato de los pobres y su reclamo de que es el candidato para el cambio.

El señor Calderón no puede tocarlo en estos dos aspectos. Sin embargo, los continuos insultos de Amlo al presidente están cambiando el campo de batalla en el cual se libran estas elecciones. Si no se olvida de atacar al presidente y regresa rápidamente a los fundamentos, se quedará sin el empleo en julio.

La campaña de Kirchner

¿Esta empezando temprano el año de elecciones en Argentina? Un mítin masivo en la plaza central de Buenos Aires hoy jueves celebra tres años de que el presidente Néstor Kirchner fue elegido, pero parece orientado a empezar a reclutar apoyo para las elecciones presidenciales programadas para octubre de 2007.

Como si eso fuera necesario, el señor Kirchner ya disfruta una aprobación en las encuestas de cerca de 70%. Pero eso no impedirá que el gobierno transporte decenas de miles de partidarios de las provincias en autobuses y programe paseos en el tren subterráneo por la ciudad ese día. Se espera que unos 200,000 fieles asistan a la fiesta.

Habrá mucho simbolismo, pues el 25 de mayo marca el aniversario de la independencia de Argentina de España. Miembros de la oposición critican al gobierno por “secuestrar” un día de celebración nacional con fines partidarios.

Además, en los últimos años, la Plaza de Mayo ha sido el lugar para las protestas más que de apoyo al gobierno. La más famosa, es el sitio donde se reúnen cada jueves las Madres de la Plaza de Mayo, hasta muy recientemente, para protestar por la “desaparición” de sus hijos durante la dictadura militar de finales de los 70 y principios de los 80.

Recuperar la “Plaza del Sí”, será una reafirmación importante del Peronismo -el movimiento político al que pertenece Kirchner-. fundado por el ex presidente argentino Juan Domingo Perón en la década de 1940. En realidad, se especula si el señor Kirchner le asentirá con la cabeza a Perón, al imitar su práctica populista de conversar con el público desde el balcón del palacio presidencial -la Casa Rosada-, aunque también los dictadores militares hayan gustado del mecanismo.

Pero quizás el año de elecciones no vaya a empezar temprano, después de todo, sino quizás un tanto tarde: se cree que el señor Kirchner desea adelantar las elecciones del año próximo para abril, y puede que escoja el día de hoy para anunciarlo. Aunque se puede argumentar que sería una medida inconstitucional, pudiera ser una medida astuta. Mientras más pronto el señor Kirchner sea reelegido, menos posibilidades habrá para que los problemas que se están apilando en la economía -entre los importantes, la inflación- hiervan antes de tiempo y echen a perder sus, por el contrario, opciones favorables de ganar otro mandato.

VERSION IVAN PEREZ CARRION

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