POR SAILYS REYNOSO
He visto y escuchado como en algunos programas de televisión y radio hay conductores que boicotean la participación de la persona que tienen como invitado, hay situaciones que son tan obvias que no hay que ser experto, para darse cuenta. No permiten que el invitado termine una frase con la que responde la pregunta que le hiciera previamente, otras veces son victimas de relajo, irrespeto y hasta de presión para inducirlos a responder.

Se acostumbra que algunos anfitriones de programas cuando tienen mucha información o pertenecen a una corriente distinta a la del invitado, impedirles hablar, es decir, bloquean a su participante impidiendo que estos expliquen y respondan las preguntas que les han formulado, estos anfitriones a veces llegan a términos anárquicos, y les interrumpen con otra pregunta, y no les interesa que no se diera respuesta y que el oyente o televidente queden con la interrogante.

Pero también hay entrevistadores de programas que aceptan todo lo que su invitado dice. O contrario a esto expresan la pregunta y osadamente responden como si se tratara de una competencia, a ver quien contesta más. En ocasiones hay invitado que por la capacidad o el carisma que poseen, se quieren robar el show, y si el entrevistador le permite conducen la entrevista hasta llevarla a su terreno.

REALIZAR UN PROGRAMA DE TV.

En la realización de un programa de televisión inciden muchas cosas, aunque mucha gente piense lo contrario. Realizar un programa de televisión es tan difícil, por muy fácil que parezca, y aunque el formato del programa sea tan simple como sentarse analizar situaciones de actualidad.

El simple hecho de estar frente a una cámara de televisión es comprometedor, y mucho más cuando hay que disertar y teorizar para hacer opinión publica.

Para mantener un programa de televisión hay que estar claro, debe haber esfuerzos combinados, no es tan solo tener una idea y encontrar donde proyectarla. Quizás esta sea la razón del porque hay muchos programas que cumplen tres meses y desaparecen. Para mantener un espacio televisivo debe haber unificación de criterio entre la producción y coordinación.

También entran otros detalles como son los efectos especiales, las luces, escenografía la imagen que se pretende proyectar a través de los elementos técnicos como cámara, audio, etc.

Y por ultimo con la culminación de un presentador profesional que sepa lo que quiere y que no deambule entre la realidad y el ego.

Resulta difícil congregar todos estos talentos para convertirlos en un programa de televisión, pero aparecen, claro que los hay…y muy buenos.