SAMUEL SANTANA 
1. Estamos tan ciegos que, a cada instante, ocurren milagros y no los vemos.
2. Estamos tan sordos que, a cada momento, Dios habla y no escuchamos
3. Todo cuanto miramos no está delante: dentro de nosotros.
4. ¡Qué hermoso!
Dormí, pero el sol siguió avanzando para encontrarse conmigo al despertar.
5. Entre todos los devotos, el sincero es el santo.
6. Mientras la lluvia cae, bajo las alas de la madre, se guarecen los polluelos.
7. Vacío inmenso cuando le dijeron que la madre había muerto.
8. Después de la muerte, sigue aún viva en el corazón la imagen de su madre.
9. Blancas camelias, como el corazón de la madre.
10. Madre mía, hoy que soy padre entiendo tu angustia cuando en casa no había pan.
11. Por el arroyo canta un carrao.
Suena un disparo.
Silencio.
12. Sopla el viento, danzan ramas y, contra el suelo, se estrellan manzanas.
13. El lugar donde el poeta nació: maleza, escombros y trastos rotos.
14. Como te recuerdo, madre: triste mirada ante el fogón apagado.
15. Del jardín de mi madre, solo una flor pervive.
16. Sí, has herido, abandonado y despreciado.
Sin embargo, aún te aman.
17. ¿Es así como quieres ser hermano?
Hiriendo e implorando perdón.
18. Con tanta miseria, ¿qué doncella pretenderá?
19. Ah la tierra, se tiende ante el hombre como alfombra y, luego, se lo traga.
20. A ustedes nadie las quiere.
Sin embargo, sigan su búsqueda, horrendas cucarachas de la noche.
21. Escondida entre las hojas, oídos bien aguzados, espera al ratón la serpiente
22. Sentados en los bancos, cantando y orando, todos son santos.
23. ¿Escucha tú esa hermosa melodía?
Canto de una madre.
