El olvido de las autoridades frena el desarrollo de Cotuí

El olvido de las autoridades frena el desarrollo de Cotuí

COTUI. El desarrollo del municipio de Cotuí, en  la provincia  Sánchez Ramírez, conocido como la cuna del oro, está frenado por la falta de inversión en obras viales y de infraestructura por parte del gobierno central y municipal, a pesar de  ser  este uno de los pueblos de mayor riqueza natural.

A reflexión del historiador Francisco Rincón  y de ciudadanos,  la infuncionalidad de las autoridades del municipio y la inoperancia de las instituciones del gobierno  mantienen a Cotuí sumergido en el atraso.

Rincón sostiene que a pesar de ser un pueblo productivo, rico en oro y otros minerales, este municipio se encuentra en estado deplorable, porque sus calles, carreteras, puentes y caminos vecinales no sirven.

El historiador explica que las autoridades hacen caso omiso al clamor de la gente que reclama del gobierno impulsar el desarrollo de la provincia  Sánchez Ramírez con la inversión en sus principales necesidades.

Rincón, quien es el autor del libro “Cotuí: La Villa Mejorada”, indicó, además, que la delincuencia y la falta de empleo son de los problemas que en los últimos tiempos  castigan a los pobladores de esta ciudad.

Para Crecencio Durán, su pueblo sufre las consecuencias del desempleo, la falta de oportunidades y  el deterioro de las principales  vías de acceso.

“Aquí no hay fuentes de trabajo, no hay oportunidades para los  jóvenes, que   han tenido que irse  en  busca de una mejor vida”.

Argumenta que  barrios como Los Pomos, Pueblo Nuevo, La Yuca y la Estancia, tienen  sus calles  intransitables,  que fueron  olvidado por completo.

José Belén quien se gana la vida de motoconchista cerca del área urbana, insiste en  que siendo el lugar  de la presa de Hatillo,  se carezca de agua y de energía eléctrica.

“La presa de Hatillo es un punto turístico de enorme importancia para la región del Valle del Cibao Central. La cual con un embalse de 40 kilómetros cuadrados permite el aprovechamiento hidroeléctrico de la cuenca del río Yuna, formado también por los embalses de Rincón y Alto Yuna, entonces porque  no darle la importancia que tiene en esta ciudad”, dice Rincón.

En  cuanto a la delincuencia, Belén  aclara que  gracias a Dios los compueblanos son todavía gente muy tranquila, pero no obvió la presión  que vive el país en ese sentido.

En  la provincia las plantaciones de arroz,  se dan   gracias a los grandes ríos que irrigan las zonas llanas, principalmente el Yuna, con 380 kilómetros de curso y el más caudaloso del país.

Otros ríos que ayudan  al crecimiento agrícola son Maguaca, Chacuey, Camú, San Blas y los arroyos Hicaco y Capacho.

Productividad.    La provincia   con una extensión de 1,174 kilómetros cuadrados, tiene una actividad productiva muy variada, sustentada por un amplio sector agropecuario, la explotación de oro y otros minerales, zonas francas, microempresas, turismo, pesca en agua dulce, agroindustrias y  25 grandes  factorías que procesan el arroz de la provincia y otras zonas del Cibao Central.   

Orígenes

Cotuí fue fundada hace 500 años por orden de Nicolás de Ovando, atraído por el oro de lo que hoy se conoce como las minas de Pueblo Viejo. Su actividad económica original entonces fue la minería. Al agotarse el oro aluvional su población se desplazó a los terrenos bajos del río Yuna.

En la actualidad  volvió a sus inicios con la extracción del oro, creando  expectativas para su economía y desarrollo, con las exploraciones y explotaciones autorizadas a la empresa canadiense Placer Dome Dominicana, Lagunas Ltd y Minera Hispaniola.

Uno de los elementos culturales es  la fiesta del Espíritu Santo, la cual se celebra entre los meses de mayo y junio de cada año; su celebración se remonta al siglo XVI, lo que la convierte en la primera cofradía del Espíritu Santo que se funda en el país. Es un sincretismo, ya que en esta celebración se le rinde homenaje a un santo católico basado en la influencia de los rituales africanos, amenizados por los bailes y los cantos de los palos o atabales.

Desde la década de 1970, las actividades  se  desarrollan  debido  al surgimiento del grupo La Zafra, organización cultural fundada por Bienvenido Mejía.

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