El oncológico del Dr. Pieter

El oncológico del Dr. Pieter

Escarbando en mis adorados clásicos de la lectura pude extraer del primer volumen de las Obras Completas de José Martí inspiradores fragmentos de párrafos escritos para la Revista Universal de México el 8 de septiembre de 1876: “…la limpidez de nuestra historia y la bondad de los hombres son la única patria que tenemos… Honrar honra”.

Un día 16 de febrero 2002 fui designado como encargado del departamento de Patología y Citología del Instituto Oncológico Dr. Heriberto Pieter. A partir de ese día he sentido la enorme satisfacción, privilegio y oportunidad de servir a los miles y miles de pacientes cancerosos que acuden a dicho centro en busca de alivio y cura para tan serio y temible padecimiento.

He sido testigo permanente de ese enjambre de hombres y mujeres que las 24 horas del día y los siete días de la semana aportan sus esfuerzos para atender a los necesitados. La obra iniciada en la primera mitad del siglo XX por el Dr. Pieter y un abnegado voluntariado ha traspasado la frontera del siglo y se proyecta en el siglo XXI con la sagrada y bella misión de: “Contribuir de manera eficaz y efectiva en la reducción de la incidencia y mortalidad por cáncer, así como mejorar la calidad de vida de nuestras personas usuarias, con ética, responsabilidad, humanismo y un elevado nivel científico”..

Viendo el desborde de la demanda de servicio, la estrechez del espacio físico y la vocación de trabajo del personal, me atreví a escribir para este mismo diario un martes 6 de febrero de 2007: “De final de la década de los setenta del pasado siglo XX a principios de siglo XXI es mucho lo que ha crecido el Instituto Oncológico que ahora certeramente y con justicia lleva el nombre de su fundador el doctor Heriberto Pieter. Ha aumentado logarítmicamente su capacidad de servicio, la variedad de las atenciones a pacientes afectados de cáncer, así como la calidad de los cuidados ofertados.

Sin embargo, existe una desproporción entre la gran demanda de la población y la oferta que con grandes sacrificios entregan profesionales, técnicos, voluntarios y toda una familia de servidores unidos a través de la hermosa y encomiable mística de entrega total a servir a los pacientes cancerosos, llevándoles cura, recuperación, rehabilitación, alivio, consuelo, y ya al final una muerte digna y lo menos dolorosa posible.

Enhorabuena recibimos la agradable noticia del proyecto de construcción del Centro Oncológico Integral doctor Heriberto Pieter por parte del gobierno que preside el doctor Leonel Fernández Reyna.

Una obra de tal envergadura se pondría a tono con una prioridad social en el campo de la salud como lo es el contar con un centro moderno especializado de nivel terciario para atender a todos los habitantes de esta tierra de Duarte, sin distinción de estatus socio-económico, ni raza, origen, religión, ideología, ni partidismo político.

¡Adelante con la construcción del Centro Oncológico Integral doctor Heriberto Pieter! La mudanza del Instituto Oncológico presente al nuevo Oncológico Integral es elevar merecidamente la memoria y llevar en hombros a las puertas del cielo, a quien en vida se llamó Heriberto Pieter, inmortalizado ahora por el pueblo por su gran obra de bien a favor de los demás”.

“Honrar honra” sentenció Martí y nuestro presidente lo entiende muy bien. La Liga contra el Cáncer y el Oncológico son merecedores de esa edificación.

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