“¡Heyyyyy… Pindaro! –grita asombrado Herminio-… ¡Mira como salta esa amazona!”…
Acaban de ver en la televisión de COLIMDO –canal olímpico del COD- una retransmisión de una competencia de saltos de obstáculos… Entre el público hay tres figuras que chequean desde -no muy lejos- a quien monta, espectacularmente, un imponente ejemplar equino y su amazona que se pasean entre flores estratégicamente colocadas, para que los competidores muestren sus habilidades… Los tres cruzan sus dedos y, de vez en cuando, se abrazan y unen sus cabezas… El narrador hace el señalamiento de que son: Eduardo –esposo de quien compite-, Sylvia Inés y ToshiJan –sus hijos-…
“Mira, mira, mira –señala Herminio-… ¡¡¡Mira como goza el público en las gradas!!!… ¡¡¡Mira sus caras de asombro!!!”… Casi todos sentados al borde de sus asientos miran extasiados a nuestra atleta olímpica Yvonne Losos de Muñíz… ¡Acaba de finalizar una de sus muchas exitosas competencias!
“Por si no lo sabías, Herminio, Yvonne monta desde los siete años y por eso hoy cosecha grandes logros –exclama Pindaro… Recibió sus primeras influencias de su padre, cuando residía en Africa…”.
En eso, uno de los entrevistadores ha logrado acercarse a Yvonne y, ni corto ni perezoso, le pregunta: “¿Qué has sentido al lograr ganar esta medalla que conquistaste hace unos minutos?”… Su respuesta no se hace esperar: “La sensación de ganar una medalla de oro es más bien un alivio después de tanta tensión… Al final del dia, todos los que van a un evento así quieren ganar… Lograr superar a casi treinta otros competidores te hace sentir mucha satisfacción pero, sobre todo, felicidad por lo que le aportas a tu país”.
El entrevistador, con su boca abierta de asombro, aprovecha cada segundo al tener frente a él un ejemplo olímpico… y, le cuestiona: “¿Tiene usted alguna rutina que lleve a cabo antes de salir a competir?”… “Antes de competir, trato de mantenerme relajada -refiere ella-, visualizando la rutina que voy a hacer en la competencia… Me aseguro de que esté todo listo y preparado, antes de iniciar el calentamiento del caballo… Y, casi no como nada el día de cada competencia… Sólo tomo líquidos y tal vez un guineo o algo de granola…”.
A Herminio y a Píndaro les inquieta el hecho de que esta amazona dependa de un equino para lograr sus triunfos olímpicos… y, cómo se hace ella para viajar a tantos países a competir con la obligación de que tenga que tener junto a ella el mismo ejemplar… Mientras así piensan, el entrevistador parece haberles leído la mente y cuestiona: “¿Hasta qué punto influye la monta de equinos propios, en comparación con aquellas ocasiones en que usted se ha visto obligada por lascircunstancias a utilizar un animal no de su propiedad?”… Su reacciones de una profunda convicción: “Normalmente, para ir a un evento, o campeonato, es recomendable conocer muy, muy bien, el caballo… Esto requiere meses de entrenamiento y participación en otras competencias… La verdad es que, si no es de uno, hay una responsabilidad adicional con el propietario, pues lo ideal es que tenga una buena participación”… A lo que el periodista le interrumpe: “¿Existe alguna preferencia por el color del equino para llegar a hacerlo compañero de competencia?”… Una tajante respuesta se deja sentir: “¡No!”… De inmediato, el periodista vuelve y ahora remacha con una pregunta clave: “¿Cuál es su principal aspiración como Amazona Olímpica?”, a lo que ella orgullosamente responde: “¡Lograr llegar a la final de las Olimpiadas, a la cual sólo acceden los mejores quince atletas del evento!”.
Como por arte de magia, una inquieta periodista interrumpe y micrófono en mano le cuestiona: “¿Cuántos años de casados llevan usted y su esposo?”… “¡Unos 20 años!’ –responde con orgullo-…”¿Y cómo establece usted un balance entre su familia y todos sus compromisos internacionales?” –insiste la entrevistadora, a lo que recibe como respuesta: “Es complicado mantener un balance, pues todas las competencias internacionales son fuera del país… Tratamos de ir a los eventos juntos, especialmente con Sylvia, quien nos ha acompañado a las Olimpiadas de Rio de Janeiro y a la final de la Copa del Mundo de París este año”… Pero, la curiosidad periodística no para e insiste: “Y cómo la ve el resto de los miembros de la familia cuando comparten con usted fuera de competencia?”… “Mi familia –sentencia- es un grupo de apoyo sin el cual no podría hacer lo que hago… Todos me apoyan y entienden lo que implica el deporte, y ¡son los primeros en sentirse orgullosos cada vez que me va bien!”… Contra el tiempo, la periodista aprovecha y le dice: “¿Y cuál ha sido y sigue siendo el principal sacrificio que debe hacer, para mantener el nivel de competitividad que le caracteriza?”… “El principal sacrificio –asegura la amazona- es la distancia de mi casa… El tener que salir de RD para competir y entrenar… Mi principal aspiración como madre de familia es lograr que mis hijos tengan una vida balanceada… Que sean felices y ciudadanos responsables y productivos”.
No han terminado de ver la transmisión, cuando Herminio y Píndaro se inquietan por saber algo más personal sobre la destacada atleta y, luego de gestionar su número de contacto, le llaman por teléfono y, al escuchar su voz, le cuestionan: “¿Qué se siente al ser una ‘Atleta Olímpica’?”…Sin titubear, YvonneLosos de Muñíz sentencia: “Es la culminación de una vida llena de trabajo y sacrificio… El saber que cientos de otros atletas nunca llegarán a unas Olimpiadas lo hace aun más especial… Es un grupo muy selecto… ¡Me definocomo una persona tenaz y dedicada… Entregada a lograr mis objetivos familiares y deportivos!”