El oro

El oro

Las clases dirigentes y el pueblo dominicano deben conocer, a fondo, antes de iniciar negociaciones serias con la Barrick Gold, los grandes cambios estructurales que han estado ocurriendo en el mercado del oro como consecuencia de la gestación y explosión de la crisis financiera más grande de la historia. Esta crisis, que se inicia a finales del 2007, ocurre, entre otros factores,  por los siguientes:

– La eliminación, en el 1929, de la Ley Glass Steagel que impedía, desde el 1934, las relaciones incestuosas entre las distintas instituciones financieras.

– La victoria total, a partir del 2000, del capitalismo fundamentalista.

– La iniciación de dos guerras y una gran reducción de impuestos a los muy ricos, financiados con inorgánicos.

– La actitud irresponsable de Allan Greenspan de mantener, en contra de sus colegas del Banco Central norteamericano, intereses de uno por ciento, lo que, junto a la falta de las regulaciones, creó una superburbuja inmobiliaria. Durante esos siete años, los bancos centrales del mundo fueron vendedores netos de oro. Al explotar la crisis y llevar a la economía mundial al borde del precipicio, se inició un proceso que demandaba masivas emisiones inorgánicas, rescates bancarios, inmobiliarios, etc. que llevó al mundo a lo que se conoce como “huida masiva a la calidad”  y, como consecuencia, una orientación hacia el oro, lo que condujo a un incremento excepcional del precio del mismo.

Es pertinente, para un acuerdo consensuado y justo, analizar la oferta y la demanda anual del oro:

A. La oferta anual del oro está compuesta por:

– La producción minera anual que representa cerca del 60% de la oferta del oro.

– El reciclaje de monedas y joyas que representa cerca de un 35%.

B. La demanda tiene estos componentes fundamentales:

– Joyería y tecnología que representa el 55%.

– Monedas, lingotes de oro y compras de ese metal realizadas directamente por los bancos centrales, que representan cerca de un 40%.

Los economistas de Wall Street dicen que la mejor manera de acabar con los precios altos es teniendo precios altos, ya que esto aumenta, a mediano plazo, la oferta y disminuye, a corto plazo, la demanda. Y eso ocurre con todos los bienes básicos, con excepción del oro y del platino, donde la oferta es casi inelástica. Y por otro lado, en estos dos productos, especialmente en el oro, la demanda se mantiene debido a la inestabilidad económica mundial y a la huida de la calidad. Eso se refleja en los datos que demuestran que tanto la oferta de oro como su demanda han crecido mínimamente a pesar de que los precios, en los años de 2009 a 2012, han aumentado 64%.

En los últimos tres meses, el precio del oro descendió 12% debido a que la situación de la Eurozona no siguió empeorando. Sin embargo, los precios futuros se mantienen muy altos hasta el último año que se cotizan, el 2019. ¿A qué se debe esto? a que es virtualmente un hecho que tan pronto se mejore la economía mundial, las masivas inversiones inorgánicas aumentarán el ritmo inflacionario de la economía mundial, el cual podría estar, potencialmente, afectado por la grave situación geopolítica del Medio Oriente con sus posibles incidencias en los precios del petróleo.

Por todas estas razones, y la que es principal, la razón moral, demandan que todos, hombres y mujeres, nos unamos para requerir una negociación seria y justa de nuestro oro, para que el país, desde ya, reciba la parte que le corresponde como consecuencia de un legado que el Señor nos ha dado y también, debido a los aumentos extraordinarios del oro (ganancias excepcionales no esperadas) que ha aumentado 530% desde el primer contrato en el 2002 hasta el 2011.

Si todos juntos conseguimos lo que nos corresponde, estaríamos en condiciones de enfrentar, con éxito, los enormes desafíos que actualmente tenemos. Si nos mantenemos indiferentes y desidiosos, entonces merecemos ser personajes pasivos de la gran novela, escrita en 1941 por Ciro Alegría, El mundo es ancho y ajeno.

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