Todavía existen en el mundo algunos partidarios de la medicina holística. Al inicio de mi carrera profesional me pareció interesante y con cierto fundamento la rama de esa pseudociencia (como la califican en Wikipedia) denominada homeopática, que plantea un aumento de la causa y/o síntomas de una enfermedad para que finalmente la energía y defensa natural del paciente venza el padecimiento.

Un ejemplo clásico y gracioso es “si tiene diarrea dale un purgante para que se termine de vaciar” y, aunque a veces funcionaba, lo más probable era que se cumpliera el refrán “el remedio resultó peor que la enfermedad”.

Para combatir una creciente ola de violencia, el Ministerio de Interior y Policía ha iniciado algunas acciones que incluyen la incautación de armas de fuego ilegales y promoción de la entrega voluntaria de las mismas aunque, hasta hoy, el resultado ha sido muy discreto por falta de alguna compensación o incentivo para los propietarios.

Con la eliminación del toque de queda en algunas localidades se ha producido un fenómeno que para muchos es inexplicable porque, paradójicamente, los centros de esparcimiento o diversión nocturnos se ven muy poco frecuentados, casi vacíos.

Antes era la restricción horaria, ahora es el pánico generado por la delincuencia rampante y aterradora. Lo incuestionable es que hay otro covid acechando a potenciales víctimas y queda claro que el remedio está siendo peor que la enfermedad.