CHIQUI VICIOSO
Entre las noticias que circularon sobre el viaje del Presidente al Brasil, estuvo la de que se integró a la comisión a prestantes periodistas, entre ellos Freddy Beras Goico y Alicia Ortega. El Presidente quería que conocieran la experiencia de la TV brasileña, y para ello se concertaron reuniones con la red televisiva O Globo.
Es curioso que la visita no incluyera a la TV estatal del Brasil, donde el encargado de comunicaciones, Orlando Sena, considerado uno de los mejores guionistas del mundo, fundador de la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños (que ha promovido como directora actual de la escuela a la dominicana Tanya Valente), está fomentando la mayor revolución televisiva del continente.
¿Qué está haciendo Sena?
Dotando a toda comunidad de 20,000 habitantes y más, con una cámara de TV, y entrenando a una persona elegida por la comunidad como reportero o reportera de su vida, hechos y milagros. ¿Qué se logra con eso? Cambiar el concepto del televidente como un ente pasivo que recibe (no que genera) la noticia o la información, así se acerca el canal a la gente, se retroalimentan, y la gente comienza a percibir la televisión como un instrumento de su reafirmación y búsqueda de soluciones. Además, romper el monopolio mediático de los canales frente a las noticias como únicos seleccionadores y difusores de lo que se considera como importante.
La otra gran revolución televisiva sucede en Buenos Aires, donde Tristan Bauer, uno de los más reconocidos videastas de la región (con varios Oscares en su haber) ha creado el canal de TV ENCUENTRO, con jóvenes entre 20 y 25 años, estudiantes de cine (solo en Buenos Aires hay más de diez mil) y medios de comunicación. ¿Quién faltó pues en la delegación presidencial? Héctor Olivo, actual director de Radio Televisión Dominicana, un canal que por cubrir todo el territorio nacional podría ser el instrumento más eficaz para los distintos Ministerios que tienen programas vitales para el bienestar de la población.
Con segmentos ágiles, entre 26 y 30 minutos, el canal podría hacer aportes fundamentales a sectores como:
La infancia: Relación entre nutrición y desarrollo de la inteligencia durante los primeros cuatro años; formas de abuso infantil ya que no solo golpear es maltratar, sino gritar, maldecir, mortificar; maneras de entretener a la niñez; el uso de los juguetes para los tiempos en que los adultos arrastran a los niños a sus actividades, o en los espacios de tiempo en la casa; otra cosa además de los juguetes; la mortalidad infantil, sus causas, relación entre la mortalidad en los hospitales y las escuelas de enfermería o la desidia en el cuerpo médico; otra mirada a procesos de formación en el cuido de niños enfermos; el tráfico y trata de la niñez; los niños y niñas de la calle.
La población femenina: problemática de las madres solteras; embarazo y maternidad precoz, sus riesgos; protección contra el SIDA y enfermedades venéreas; asistencia legal y emocional contra los problemas de violencia doméstica; asistencia en los casos de manutención de menores; el problema de la mujer migrante; la prostitución; el acoso sexual laboral a jóvenes mujeres profesionales.
La juventud:
Su visión del mundo; música, vestimenta, lenguaje; sexualidad; desempleo; vocación profesional; violencia; bandas juveniles; desafíos profesionales.
El medioambiente:
Legislación existente; áreas protegidas; de reforestación; la basura; la arborización la relación urbanización medioambiente; la vigilancia colectiva; el futuro ecológico de la nación; el papel de las organizaciones civiles, academias y organismos del Estado. Es claro que un canal televisivo no puede crear una parrilla de programación como ésta sino establece de antemano una relación con las distintas instancias, a nivel de las Secretarías de Estado, organizaciones comunitarias, iglesias o clubes, que podrían proveerle con el personal y los materiales audiovisuales necesarios, ya que es la imagen lo que «habla» en la televisión no solo las palabras.
Y nos faltaría escribir sobre la radio, que es el verdadero canal de acceso a la masa popular, como lo han demostrado los procesos de democratización en la región donde los canales de Fe y Alegría, por ejemplo, han sido los que han garantizado que la voz de la multitud no se acalle, pero de eso hablaremos en un próximo artículo para qué comunicarse con la gente y programar para y con la gente no se quede en un globo de ensayo.