El acuerdo entre los partidos PLD y PRSC es un pacto que cerrará de por vida la existencia del reformismo, porque ha quedado dividido entre los que comparten el Gobierno y los que querían  que el PRSC fuera solo a los próximos comicios. Es una lástima que los falsos herederos de Balaguer estén al margen de la política que sustentó toda una vida el Doctor Balaguer, que consistió siempre en no endeudar el país, y resulta que en la historia dominicana nunca sus líderes políticos la sometieran al vasallaje de los préstamos  ni siquiera aquellos que, tal vez, podrían ser auto pagables. De  eso soy un testigo. Por tanto, la muerte del PRSC será sellada el 20-05-12, y no podrán hacerle honras fúnebres.

El PRSC, estaba en condiciones, de utilizar sus valiosos jóvenes emergentes y llevar una candidatura que hubiera podido hacer despertar a muchos falsos independientes. Por el mismo camino va el PRD, con su inexplicable división, hija de unos líderes que no han querido entender que la unidad hace la fuerza y el triunfo no es de un hombre, cualquiera sea su nombre, sería de los principios que a través de los años sus verdaderos seguidores han sustentado.

Las próximas elecciones pueden llevar al país al profundo abismo de la corrupción y al abandono de la solidaridad y la moral de los viejos robles. Muchas personas me dicen que estoy muy pesimista y les voy a repetir que existen en el país líderes que representan la verdadera moral de la República, pero, los intereses por el dinero  falso y fácil parece ser  la consigna del momento, pero los que hemos vivido pegados a las soluciones que otras épocas han salvado la nación de la ignominia, el desorden, el saqueo, las comisiones fraudulentas, sabemos que más tarde la juventud dominicana volverá a levantar el estandarte de nuestros insignes patricios y “A pasos de vencedores”, construirán una República Dominicana, honesta, pacífica y reivindicadora de los principios morales, que otros jóvenes consiguieron con su voluntad y decisión para obtener lo mejor para nuestros ciudadanos.